Eduardo Lamazón, quien ahora es comentarista, fue el ejecutor de la cartelera.
Don King era el promotor oficial, pero radicaba en Nueva York y no podía estar al pendiente de los detalles.
Lamazón reveló que tuvo mucho qué ver con el pleito. Trabajaba en su momento como secretario general del Consejo Mundial de Boxeo, y por eso tuvo que mover los hilos para armar la majestuosa cartelera.