Hace 30 años, la capital mexicana vibró con la pelea entre Julio César Chávez y Greg Haugen, combate que se celebró en el Estadio Azteca y que hasta la fecha sigue siendo un referente del pugilismo por la cantidad de aficionados que se dieron cita.

El combate fue de un solo lado y el ídolo de Culiacán se llevó el triunfo por nocaut técnico en el quinto asalto.

Te presentamos 5 datos claves de esa función que impulso José Sulaimán, quien fuera presidente del Consejo Mundial de Boxeo.

UNA ENTRADA PARA LA HISTORIA

La entrada oficial que se anunció esa noche fue de 132 mil 247 aficionados en el Coloso de Santa Úrsula, lo que le valió ser parte del Récord Guinness para una pelea con boleto pagado.

Hay que señalar que en 1941, en el Juneau Park de Milwaukee, se enfrentaron Tony Zale y Billy Pryor, pero ese pleito no fue con boletos pagados, y también está en el Récord Guinness.

 

POKER DE ASES

El promotor Don King bautizó la función como Póker de Ases, esto porque la cartelera presentó cuatro peleas de título mundial.

La función la encabezó Julio César Chávez, pero también estuvieron los campeones Terry Norris, Michael Nunn y Azumah Nelson. El himno nacional en esa ocasión lo interpretó Manuel Mijares.

DE A 5 PESOS EL MÁS BARATO

Los boletos en taquilla volaron, y esa noche la reventa hizo su agosto, pero el precio del boleto más barato fue de 5 pesos.

Y el asiento más caro era de la zona dorada, que costaba 2 mil 750 pesos, y el que seguía, también en ringside salía en 450 pesos. 

POCOS MILLONES

Julio debería haberse llevado entre 15 y 20 millones de dólares,  pero Don King solamente le pagó alrededor 7 millones de billetes verdes.

Además cobró un extra de 100 mil dólares por noquear a Haugen. 

EL PROMOTOR ESCONDIDO

Eduardo Lamazón, quien ahora es comentarista, fue el ejecutor de la cartelera.

Don King era el promotor oficial, pero radicaba en Nueva York y no podía estar al pendiente de los detalles.

Lamazón reveló que tuvo mucho qué ver con el pleito. Trabajaba en su momento como secretario general del Consejo Mundial de Boxeo, y por eso tuvo que mover los hilos para armar la majestuosa cartelera.