Y fue así justamente como lo percibieron los más de 90 mil asistentes a la Arena GNP, de Grupo Mundo Imperial, cifra récord en sus historia para sus ocho jornadas, y para quienes, a pesar de las bajas por lesiones de las estrellas Alcaraz, Tsitsipas y Norrie, el Abierto Mexicano de Tenis los maravilló con partidos cardíacos.
“Hubo cosas muy buenas, entre ellas la inédita final entre Tommy Paul y Alex de Miñaur, y otras que nos dejan mucho aprendizaje”, comentó Álvaro Falla, director general de el Abierto Mexicano de Tenis.
“Si bien tuvimos bajas, nosotros destacamos las asistencias y aplaudimos la entrega de todos los jugadores que vinieron, entre ellos Casper Ruud, Taylor Fritz, Holger Rune, Frances Tiafoe, además de nuestros finalistas”.