Sí es importante

Saber expresarse efectiva y eficientemente frente a otros es una habilidad crucial para cualquier estudiante, emprendedor o profesionista, ya sea para trasmitir una idea, compartir una opinión, argumentar una decisión, convencer a futuros socios o mantener la atención de una audiencia.

Asimismo, se trata de una capacidad apreciada y reconocida por las empresas que puede facilitar el crecimiento dentro de un corporativo y, por tanto, una mejora económica.

“Como jóvenes no podemos darnos el lujo de esperar hasta tener la necesidad de exponer en público para prepararnos, hay que empezar desde ahora, estamos en un momento en que cada vez hay más información y más lugares donde acceder a ella”, asevera Patricia Carballeda, especialista en comunicación estratégica.

¿Y cómo se logra?

De acuerdo con Fenella Kernebone, jefa de curación para TEDxSydney, existen tres aspectos clave a considerar antes de charlar: el guion, la planificación y la entrega.

A decir de la presentadora, es necesario redactar y estructurar las ideas principales (introducción, desarrollo y desenlace) en un guion, así como definir cuál será el mensaje con el que la audiencia se irá.

Luego viene la entrega. En este punto es indispensable practicar, tomarse el tiempo para definir cómo se realizará la charla, las palabras a emplear y las historias que se narrarán.

Kernebone sugiere ensayar hasta que uno se sienta seguro y pueda expresarlo frente a un público de prueba (amigos, colegas u otras personas de confianza).

“A mi parecer, el aspecto más importante a recordar es que la audiencia está de tu lado. Están ansiosos para escuchar lo que tienes que decir”.

En este aspecto, la Universidad Purdue, en Indiana, Estados Unidos, recomienda escuchar y definir el ritmo de habla y las pausas a implementar para darle un impacto positivo al mensaje.

“Si necesitas memorizar tu ‘speech’, divídelo en fragmentos y aprende de uno en uno”, añade.

“Para discursos extendidos de varios minutos, se sugiere esta estrategia para aprender cada sección, luego se podrán unificar”.

Tras acabar la presentación, el ponente deberá preguntar si el tema se entendió, si fue interesante la forma de abordarlo y qué podría mejorarse.

“Todas esas cosas son vitales al prepararse para hablar”, afirma la especialista a través del portal de la Universidad de Sídney, en Australia.

Adiós, miedo

Toma el control de la situación

Kernebone sugiere emplear técnicas de respiración a fin de normalizar y tranquilizar a la persona y aclarar la mente.

Tomar agua para mantener hidratado el sistema bucal, calentar la voz, usar ropa cómoda y acudir al sanitario 10 minutos antes de la presentación son otros consejos.

Grabarse puede ayudar a identificar errores, tales como emplear muletillas, una velocidad de habla acelerada y revisar el lenguaje corporal (contacto visual, movimientos en el escenario.

Sonreír, lanzar preguntas al público e incluir un resumen de lo que se aprenderá son elementos que pueden ayudarte a mejorar tu presentación oral.

Si se pone turbio…

Todos nos podemos equivocar.

Si te sucede, se sugiere reconocer el error con frases simples y concretas, como “Me expresé mal, así es como lo debí haber dicho”, asegura la presentadora oceánica.

Asimismo, la Universidad Purdue sugiere prepararse para lo peor, es decir, para la situación más difícil que te pueda ocurrir.

Esto te permitirá tener un plan de contingencia y reducir el nivel de estrés en momentos de crisis.

Lo mismo aplica para preguntas. Previo a la charla, piensa en cuestiones difíciles y sus respectivas respuestas.

 

“Hay algunas personas a quienes se les da naturalmente el hablar en público, pero para la mayoría de nosotros es difícil. Pararse frente a una audiencia es bastante aterrador, por lo que la clave es generar la confianza de puedes hacerlo”.

Acercamiento académico

Créditos: Abel Vázquez
Síguenos en @UniversitariosR