Para ser completamente autónomo y seguir sus emociones, el autor decidió meterse al mundo de la naturaleza y, a la par, inventar una técnica para expresarse.
“Se me ocurrió imprimir mis fotos sobre papel de algodón, que ya lo hacía, porque puedo intervenirlas con lápiz; el dibujo fue mi pasión, pero nunca lo desarrollé y no tuve el talento y esa frustración me llevó a dibujar encima de mis fotos”, expresó.
“La comencé a intervenir con pintura acrílica, y ésta junto al grafito son los únicos materiales que reflejan la luz, así que se vuelven fotos interactivas y sorpresivas porque dependiendo de cómo las ves, el ángulo y la luz que haya, es como reaccionan al espectador”.