Ante la escasez de agua en las presas, a partir del martes los habitantes del Área Metropolitana verán reducido el suministro del líquido con “cortes” programados un día a la semana según el sector y desde abril tendrán nuevas tarifas, algo que no se veía con esta magnitud desde hace más de 25 años.

El 16 de junio de 1995, Agua y Drenaje comenzó con la reducción del suministro de agua a 8 horas diarias en la zona conurbada del estado, en miras de garantizar el abasto de lo que restaba de ese año.

La escasez de agua de esa época desató la polémica entre el Gobierno del Estado, encabezado entonces por el Gobernador Sócrates Rizzo, y la Comisión Nacional del Agua, por el suministro del líquido desde la presa El Cuchillo a Tamaulipas.

Aunque el servicio ya se había regulado, Agua y Drenaje, entonces encabezada por Leopoldo Espinosa, volvió a reducir el suministro de agua el 1 marzo de 1996, esta vez sólo por cuatro horas durante la madrugada, ante el panorama seco de los próximos meses.

Pese a una situación adecuada de las presas que presentaban un buen volumen, meses anteriores habían sido registrados como los más secos en décadas por la falta de lluvias, lo que afectaba el pronóstico para la siguiente temporada de verano.

Según archivos periodísticos, enero de 1996 fue el más seco desde 1940, mientras que mayo de ese mismo año también presentó la menor cantidad de lluvias de los últimos 36 años, además de que en febrero se habían registrado hasta 37.5 grados, la segunda temperatura más alta para ese entonces de las últimas dos décadas anteriores.

La crisis escaló a una situación crítica por municipios que padecieron la falta del suministro de agua, por lo que el Estado, extendiendo recortes a cinco horas diarias por la noche y contemplando un ajuste a tarifas.

Al cierre del año, Agua y Drenaje terminó por oficializar un alza a las tarifas de los usuarios en un 11.9 por ciento para 1997, para el que la paraestatal ya había pronosticado la garantía del suministro por al menos 19 horas diarias.