
Con la luz natural colándose por los ventanales y el verde de los árboles enmarcando el espacio, Edna Monroy dio inicio a la celebración de sus 45 con una clase de yoga diseñada para conectar, agradecer, recargar y compartir.
En este ambiente, decidió dar la bienvenida a esta nueva vuelta al sol haciendo lo que más la encanta: guiar desde el movimiento y la emoción para crear una experiencia que fuera más allá de lo físico.
“Esto es lo que amo, así que disfruto muchísimo compartirlo con quienes más quiero; me pareció una forma hermosa de comenzar otro año, dándoles un regalo a mis amigos. Creo que es esencial dar y permitir que ese cariño fluya en ambos sentidos”, expresó Edna Monroy, quien ha practicado esta disciplina a lo largo de dos décadas.


La también conductora de televisión y empresaria reflexionó sobre el punto vital en el que se encuentra y cómo ha aprendido a abrazar cada una de sus decisiones.
“Estoy viviendo un periodo muy bueno en el que me siento plena. Muchas veces podrían pensar que, por estar divorciada o no tener niños, me falta algo, pero ha sido una elección personal. Cada paso que he dado me ha llevado hasta este lugar, rodeada de afecto”, dijo Edna Monroy.


Por lo general, festejamos con fiestas y, este año, quise hacerlo de la manera que más me gusta a mí y conectar con mis amigos”.
EDNA MONROY, cumpleañera

En esta etapa, una figura significativa para Edna Monroy ha sido Enrique Fuentes, no sólo por la relación de pareja con ella desde hace más de un año, sino también proyectos laborales. Juntos fundaron un centro de entrenamiento, en el que han logrado consolidarse como equipo.
“Hemos sabido diferenciar perfectamente lo sentimental de lo laboral; no mezclamos los ámbitos, y eso ha hecho que todo marche de maravilla”, comentó el empresario.

No hay mejor forma de celebrar para Edna que dando su clase de yoga, es lo que realmente ama y espero que la haya pasado genial”.
ENRIQUE FUENTES, novio de la cumpleañera


“Durante este tiempo, he descubierto su enorme generosidad y el cuidado que pone en quienes la rodean. Es una compañera maravillosa, ha sido increíble conmigo y con mi familia, incluidos mis hijos y mamá”.
Con alrededor de 20 invitados, la mañana arrancó con una práctica conducida por la propia Edna Monroy, en la que, mediante respiraciones conscientes y varias posturas, hizo que los asistentes se sintieran más tranquilos, presentes y conectados consigo mismos.
“Hizo una sesión muy profunda que me gustó mucho; a través de una secuencia suave, sentimos todo el esfuerzo de nuestro cuerpo y, al final, nos llevó a un estado meditativo”, explicó la yoga coach, Mariana Sakar, “en ese momento, hubo una vibra única, en la que todo era intencionado hacia ella y fue muy especial”.

+ Elementos especiales

Posteriormente, Edna Monroy junto a sus amigos y familiares disfrutaron de un brunch relajado y nutritivo para recargar energías, con snacks, como pudín de matcha o frutos rojos, galletas saludables y smoothies de chocolate.
La jornada culminó con una ceremonia dirigida por Sofía Tamayo, en la que incorporaron elementos simbólicos, como fuego, agua, un mandala floral, música y cacao ceremonial.
“Estos encuentros se convierten en escenarios en los que acompañan al rito de paso, una transición que sucede en los cumples, en la que se cambia de quien eras, a quien vas a ser”, mencionó la psicoterapeuta.
“En ese contexto, las personas cercanas intencionan el año que comienza y dan bendiciones para arropar y acompañar a quien lo está recibiendo”.
