Alfredo López Austin
Alfredo López Austin acuñó una carrera de más de 50 años como investigador, docente e historiador. Foto: INEHRM

Nacido en Ciudad Juárez, Chihuahua, emigró a la Ciudad de México para estudiar historia, a invitación de Miguel León-Portilla.

En la capital de su Estado natal ya era un destacado abogado, pero se decidió a emigrar con la complicidad de su esposa.

Se graduó como licenciado en Historia, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en 1969, con la tesis “Estudio acerca del método de investigación de fray Bernardino de Sahagún, Los cuestionarios”. 

Alfredo López Austin
El abogado chihuahuense se mudó a la Ciudad de México para graduarse como licenciado en Historia, en 1969. Foto: INEHRM

Él pensó que yo diría que no, porque estábamos tan a gusto allá. Pero le dije: '¡Vámonos!, y nunca nos hemos arrepentido".

Los empeños de López Austin por conocer los mundos prehispánico e indígena son anteriores incluso a su formación profesional como historiador.

Como estudiante de la Licenciatura de Derecho, había dedicado su tesis de grado al tema: “La constitución real de México-Tenochtitlan”.

Ganador en 2020 del Premio Nacional de Artes y Literatura en el campo de las Ciencias Sociales y la Filosofía, fue crítico con la intención del Gobierno federal de celebrar el aniversario 700 de la fundación de México-Tenochtitlan el 13 de mayo de 2021, en una efeméride desprovista de sustento histórico.

Maqueta
Maqueta del Huey-Teocalli que se instaló en el Zócalo para la conmemoración de la "resistencia indígena".

Emotivamente nos cargamos a uno u otro lado, pero no es cuestión de emociones, sino conocer nuestro pasado para conocer nuestro presente y para poder proyectar nuestro futuro. No es una cuestión simplemente de gusto o disgusto. Es una cuestión de saber para poder vivir mejor".

Durante más de 50 años se desempeñó como investigador, docente e historiador.

La UNAM fue su casa, era Investigador Emérito del Instituto de Investigaciones Antropológicas, profesor de asignatura y posgrado; pertenecía al Sistema Nacional de Investigadores.

Su currículum académico abarca más de 50 páginas, entre referencias de publicaciones, reconocimientos, cursos impartidos y tesis dirigidas.

LAS REVELACIONES

Entre las múltiples aportaciones de López Austin al estudio de las culturas prehispánicas destacan:

  • La creencia en el dios Quetzalcóatl no deriva de la divinización de un personaje histórico. Por el contrario, es una concepción que el fiel tiene del poder de los dioses de alojar una parte de sí mismos en el cuerpo de un ser humano. Tal facultad no es exclusiva de Quetzalcóatl. Esta ocupación divina caracteriza a personajes que pueden recibir el nombre de “hombres-dioses”.
  • En la antigüedad mesoamericana se creía que la entidad anímica central del ser humano pasaba al tiempo-espacio de los dioses, donde sufría un proceso de limpieza en forma de pruebas y sufrimientos. El proceso borraba en la entidad toda individualidad mundana hasta despersonalizarla por completo. Una vez despersonalizada, la entidad podía pasar al reciclaje en otro ser humano que estaba por nacer.
  • El eje cósmico, principalmente en su figura de monte, se proyecta tanto en promontorios geológicos como, artificialmente, en construcciones templarias. Su carácter fundamental en la lucha de los opuestos complementarios y en los procesos cíclicos da origen al sentido de gran parte de la ritualidad.

PARA LEERLO

Su producción bibliográfica integra casi medio centenar de libros, como autor o en coautoría, entre los cuales destacan:

  • La constitución real de México-Tenochtitlan (1961)
  • Juegos rituales aztecas (1967)
  • Hombre-dios, Religión y política en el mundo náhuatl (1973)
  • La educación de los antiguos nahuas (1985)
  • Los mitos del tlacuache, Caminos de la mitología mesoamericana (1990)
  • Tamoanchan y Tlalocan (1994)
  • Un día en la vida de una partera mexica (1999)
  • Monte Sagrado-Templo Mayor (2009)

En enero pasado, en ocasión del Premio Nacional de Artes y Literatura que le fue otorgado, concedió una entrevista a REFORMA: 

Sus iniciales son ALA. Si pudiera volar en el tiempo, ¿a dónde iría?

“A viajar por el mundo, indudablemente. Iría al corazón del mundo antiguo que no conozco, a Anatolia, Turquía, tal vez, o a Egipto, o volvería a un País que me impresionó tremendamente y solamente estuve unos días: China”.

Alfredo López Austin ya vuela a otros mundos.