Una gran guía

ACAPULCO.- Fue a los 21 años que Ana Pazos tuvo a su primera hija, Amanda, y, a pesar de que muchas personas le aconsejaron esperar más tiempo para dar este paso, no quiso dejar a un lado su sueño.
Para mí, era una muñequita y mi princesa, así que la apapachaba y disfrutaba mucho, era muy consentidora y no me preocupaba tanto porque no tenía las habilidades que hoy he aprendido”.
Ana Pazos, coach certificada por IAC.
Debido a esto, confiesa que su relación entre ellas es muy estrecha, aunque tienen personalidades y puntos de vista distintos, y, recientemente, tuvo que realizar un trabajo interior para darse cuenta que su pequeña se ha convertido en una mujer.

La crié para el mundo y por eso somos muy amigas y cómplices; si tiene un problema, estoy para ella, y viceversa, pero, al mismo tiempo, cuenta con mucha libertad porque tiene mi confianza. Es alguien independiente, comprometida, responsable y bondadosa, me llena de orgullo”
Diez años después, tuvo a su segundo hijo, Luis, pero su experiencia con él fue totalmente distinta, pues para entonces ya tenía más herramientas personales y profesionales que le ayudaron en la crianza.
Al contrario de Amanda, con él comparte su misma personalidad y, entre las actividades que suelen realizar juntos destacan los juegos de mesa y practicar deportes, porque, de acuerdo con la life coach, ambos tiene mucha inteligencia social.
Era una persona más madura y fue completamente diferente porque ya me preocupaba por su alimentación y otros factores que de joven no, él es mi compañero; sin embargo, disfruté a los dos en diferentes etapas y pude ser mamá en dos formas”.

De manera sorpresiva, revela que tiene en mente adoptar un tercer hijo y, de hacerlo, también sería con un margen de un poco más de 10 años del nacimiento de Luis; sin embargo, sabe que la decisión se debe tomar en pareja, por lo que aún falta platicar más a fondo con su esposo.
Por otra parte, asegura que no existe una regla escrita para convertirse en madre, ya que también le decían que era bueno tener hijos de manera continua, sin mucha diferencia de edad.
En mi caso, me funcionó así porque tuve todo el tiempo para una, luego fue lo mismo con el otro; me realiza mucho la maternidad porque estoy con ellos en los momentos felices y difíciles, en los que hay conflictos entre ellos y yo, también me llena educarlos y poner límites desde un lugar de cariño”.
Dentro de sus objetivos como guía, lo más importante es que tengan autorresponsabilidad, pues lo que piensen, sientan y hagan, repercutirá en su futuro.
“Tienen la total elección y es lo que les inculco, también la autoconfianza en saber quiénes son, siempre les pregunto eso y cuáles son sus cualidades para que enfrenten los problemas y que sepan lo que les hace bien, así como sus áreas de oportunidades y, por último, el enfoque en la solución es algo que trabajo mucho más con Luis, que está más chico”, platicó la creadora del podcast Sé Feliz Paso a Paso.

Un hijo siempre va a tener conflictos, pero los podemos preparar para tener sus mentes en las soluciones y eso se logra con entrenamiento; a veces, cuando les sucede algo, les digo: ‘si volvieras atrás, ¿qué harías diferente?’ y así, un niño de 7 años o uno de 15, contestará algo; no está mal equivocarse, el problema es repetir el mismo error una y otra vez”.