La causa habla por sí sola, es una experiencia transformadora, sobre todo, si ves el antes y después en imágenes de los pacientes, se ven los resultados. También al escuchar las historias de las familias, te das cuenta de cómo han cambiado sus vidas,
pues los niños se vuelven capaces de ir a la escuela, hacer amigos, trabajar, casarse, entre otras cosas”.