Así como la tecnología ha revolucionado los sectores de la banca, el hospedaje, comercio o la alimentación, el ámbito jurídico también avanza hacia la digitalización. Por ello, Gustavo Cárdenas Soriano, litigante y académico mexicano, busca garantizar que la adaptación virtual de la práctica legal sea eficiente, accesible y acorde a las necesidades actuales.
“Dentro de un contexto cada vez más exigente, tenemos que exigirnos ser protagonistas del futuro. La intención es aportar a la abogacía una mirada innovadora que responde a un mundo en constante cambio”, explicó Gustavo Cárdenas Soriano, abogado por la Universidad La Salle, en Ciudad de México.
Tras trabajar en la automatización del Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, además de ser parte del desarrollo de la Ley General de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias, Gustavo comienza una nueva etapa profesional.
Buscamos desarrollar nuevos servicios a través de la Inteligencia Artificial y el aprovechamiento de las herramientas tecnológicas disponibles a nivel global”.
Ahora, bajo su firma Cárdenas Soriano Abogados, implementa directrices más ágiles y eficientes a modo de optimizar la resolución de conflictos y sentar un precedente en la transformación de los servicios jurídicos en el País.
“El origen de esta visión está basado en la rapidez del comercio electrónico. Muchos problemas que saturan los tribunales podrían resolverse de mejor manera con el uso adecuado de tecnología e Inteligencia Artificial”, afirmó Gustavo Cárdenas Soriano, también profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
La justicia digital contribuye a reducir la corrupción y, al mismo tiempo, la vuelve más ágil y eficiente”.
Con el fin de impulsar esta transición, su despacho, Cárdenas Soriano Abogados, conforma un equipo joven, menor de 30 años, el cual trabaja para ser un punto de encuentro entre la práctica tradicional y las metodologías renovadas de hoy en día. Sin embargo, el profesional advierte que uno de los principales retos para lograrlo sigue siendo la capacitación y el financiamiento.
“Falta inversión, además de perder el miedo a la digitalización en todos los actores del sistema legal”, enfatizó el autor de diversos libros y artículos sobre derecho procesal civil y constitucional.
Ante el escepticismo que aún genera la implementación de herramientas digitales en su campo laboral, Gustavo Cárdenas Soriano enfatiza la necesidad de normalizar su uso y enfocarse en los beneficios.
“La pregunta ya no es si debemos migrar hacia esta tendencia, sino cómo hacerlo y bajo qué reglas. Esa es la meta central del momento, porque la justicia, sin duda, va en esa dirección”, mencionó.
Con revisar el currículum de quiénes forman parte del despacho, es claro que están preparados para realizar de forma exitosa adaptaciones virtuales a la ley”.
Gustavo ha enfrentado la falta de conocimiento tecnológico en los tribunales y la resistencia en el cambio tradicional del Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares, el cual pasó a ser más abstracto y accesible”.