“Lo que buscamos con estas combinaciones es el equilibrio y la unión de sabores otoñales de los postres con la complejidad de los cafés especiales. La clave en estas combinaciones es enaltecer las características del café”, explica Fernanda.
Cruffin de espresso y moka
Los cruffins son un híbrido entre croissant y muffin, están hechos con masa laminada, pero dentro de un molde. El moka combina un doble espresso con chocolate alto en cacao y leche texturizada. En esta mancuerna se potencian el sabor del café y las notas de chocolate, la base de vainilla del horneado sirve como lienzo al maridaje.
Galleta de matcha, chocolate blanco y macadamia con horchata brew
A unas galletas clásicas se suma la complejidad del matcha, un té verde que suele expresar carácter vegetal y recuerdos de frutos secos. La horchata brew, servida con hielos, mezcla café de extracción en frío –cold brew– y la tradicional bebida de arroz con leche y canela. La horchata da un toque refrescante y destaca el chocolate; el café resalta las macadamias.
Galleta de chocolate ruby y compota de frambuesas con chemex
El chocolate ruby o rosa es conocido como el cuarto tipo de chocolate. Su coloración y sabor no son añadidos, derivan precisamente del cacao rubí, cosechado en Brasil, Ecuador y Costa de Marfil. Su perfil es ácido y dulce, muy similar al de la frambuesa. Los cafés extraídos con método chemex destacan por sus notas aromáticas y ácidas que redondean el conjunto.
Brownie con nueces, chocolate blanco, S’mores y flat white
El brownie regala al paladar tropezones variados de galleta, chocolate, malvavisco. El flat white es una bebida a base de espresso con una pequeña cantidad de leche cremada y una delgada capa de espuma. En esta mancuerna resalta el marcado sabor del café, mientras su consistencia cremosa crea una fiesta de texturas en boca.