“Vivimos de nuestro arte, así que estaba en Acapulco durante la cuarentena, pensando en qué hacer y a lo lejos vi un refrigerador blanco abandonado en el estacionamiento, de inmediato se me vino a la mente hacer este proyecto”, dijo.
“Yo no busqué las cosas, estaban ahí y las intervine, se aparecieron, nunca fui a comprarlas o conseguirlas, la inspiración me permitió verlas. Con esto quiero transmitir que así es la vida, ya todo está frente a ti; por ejemplo, todos los sueños que no has alcanzado, sólo no los ves por ciertas trabas de la cabeza”.
Para ella es muy importante que las personas comprendan que con la apertura de la mente y corazón se pueden alcanzar las metas; además, a sus creaciones añadió una chorreada de pintura rosa mexicano, lo cual llamó “The freedom flash”, pues asegura que el mundo necesita esa libertad.