Isaac Moghrabi, Marcela Martínez y Andrés Simg

Debido a su pasión por los viajes, Andrés Simg decidió realizar una travesía al lado de su familia en la que visitó Nueva York, las Cataratas del Niágara y terminó en Miami, sitio que forma parte de su vida, pues divide su tiempo entre Estados Unidos y México.

Para celebrar sus cinco décadas de vida, el empresario eligió la “Ciudad del Sol”, donde llevó a cabo varios festejos, pues al llegar ahí, Alberto Cinta lo invitó a su yate y Adrián Fernández le abrió las puertas de su colección privada de autos.

Aidan Lowe y Valeria Simg
Rodrigo Rivero Lake y Pancho Name

"Andrés es muy dadivoso, espléndido y te aporta nuevas ideas o perspectivas a las que tienes, eso es importante en una amistad porque te hace mejorar y ver las cosas desde otro panorama”.

Sin embargo, tuvo tres días de celebraciones sorpresa, pues no imaginó lo que le tenían preparado.

“Todo surgió por mis 50 años, el primer festejo ocurrió en La Cantina La Número 20, fue algo muy privado; después, estuvimos en Kiki on the River, en donde me sorprendieron con mariachis”, compartió el cumpleañero.

Andrea Leal y José María Torre

“Una de las razones por las que estuvimos ahí, es porque todo está abierto, ya no hay restricciones de aforo o algún otro tema por la pandemia, entonces hay mucho más libertad”.

El festejado confesó que se siente muy feliz, pues le han dicho que los 50 son el número perfecto, ya que ve los frutos de lo que ha forjado a lo largo de este tiempo tanto de manera personal y profesional.

“Tengo dos hijos que ya son grandes y de alguna manera han consolidado muchas cosas y disfruto de todo lo que he creado en el camino; llegar hasta aquí con salud también es una bendición, sigo haciendo actividades físicas y conozco varias ciudades con la familia y amigos”, agregó el publicista.

Paola Ibarra y Brebdab Howel

A pesar de las múltiples celebraciones, lo que más le agradó fue que compartió con grandes amigos que viajaron para estar con él.

Entre los asistentes estuvo Rodrigo Rivero Lake, quien se encontraba en este destino por trabajo y aprovechó la ocasión para convivir con él.

“Lo conozco desde hace aproximadamente seis años, es una persona llena de detalles,muy trabajador y emprendedor porque cuando platica sobre lo que hace, le brillan los ojos del gusto que le da, es un gran promotor y mercadólogo”, reveló.

El anticuario le obsequió un cinturón piteado nacional y, entre sus deseos, está que Andrés mantenga esa chispa única, ya que lo describe como un carrito de baleros en bajada con gran velocidad.

“Tiene la gran sombra de su esposa, Miriam, es una mujer encantadora que cubre los agujeros que faltan en la fiesta como en su vida y la familia que han formado, son un gran apoyo”, mencionó.

Sergio Hernández, Sam Wasgucci, Miriam Galindo y Bal Dosal