Cuando estamos tocando abren la puerta; nos tiran dos madrazos al aire y nos encañonan con una pistolita .22, un gordote. Con mi conocimiento jurídico dije: 'este güey ya le jaló. Trae pólvora. Si me lo chingo es legítima defensa'. Se armó una balacera; matamos a dos cabrones. Matamos al gordo, matamos a otro".