La entidad mantiene abiertas sus opciones para futuros aumentos, ya que sigue luchando contra una inflación persistentemente alta en la zona euro. Su presidenta, Christine Lagarde, dijo que, aunque la política monetaria es sin duda restrictiva, aún no lo es “lo suficiente“, y señaló que “las perspectivas de inflación son demasiado elevadas y lo han sido durante demasiado tiempo”.