Marisol Carmona, Sader y Sedema

¿Sabías que en los tres zoológicos de la Ciudad de México hay hoteles para insectos? Estos refugios para abejas solitarias, mariposas, escarabajos, catarinas, avispas, abejorros, grillos, polillas, ciempiés, mantis religiosas, entre otros, les permiten hibernar, descansar, protegerse del clima o de los depredadores.

Rafael Tinajero, director de conservación y bienestar animal de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la CDMX, explica que es muy importante proteger a los bichos, pues, por ejemplo, ayudan a controlar las plagas en los huertos o cultivos de manera natural, sin productos químicos adicionales.

“Son importantes en la vida de los seres vivos. Sin ellos, no habría polinización, ni cosechas, frutas o verduras”, señala, “los insectos están a nuestro alrededor, pero no siempre los vemos. No sólo los animales domésticos como los perros y los gatos, pero requieren atención”.

Israel Lorenzo Felipe, director de políticas, prospección y cambio climático de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), apunta que lo más importante de estos hospedajes temporales es que tengan diferentes tipos de habitaciones, los cuales se logran al hacer subdivisiones o compartimentos.

“Así como la Ciudad de México, muchos estados del País han impulsado los hoteles para polinizadores. Se han instalado 96 refugios para insectos en zonas agrícolas”, comenta Israel, en entrevista.

Deben estar en lugares secos, protegidos del viento y expuestos al Sol. Son elaborados con materiales naturales, como carrizo o cañas de bambú para las abejas solitarias; o troncos con agujeros, atractivos para las avispas.

Algunos ejemplos:

Los de la Sedema tienen la silueta de animales: hay un oso, un ajolote y más. La Sader, por su parte, imparte talleres sobre cómo construirlos. 

¡Haz el tuyo!

  • Necesitas una caja de madera para el edificio principal, puede ser un cajón viejo o un huacal.
  • Coloca dos tablas de este mismo material para que simulen el techo y protejan de la lluvia.
  • Con un adulto, diseña subdivisiones con el fin de que sean las habitaciones del hotel.
  • Utiliza trozos de ladrillos o tejas para agregar más variedad de escondites para los insectos.
  • Crea compartimientos con cada tipo de material: uno de puras ramas, otro de paja y hojas secas, el de piñas de pino; y otro con cañas bambú (de más de 12 centímetros).
  • Ubícalo a una altura del suelo de, por lo menos, 50 centímetros. Lo anterior puede ser en tu jardín o en un balcón con plantas y flores.
  • Debes colocar un bebedero en un sitio con sombra: en un recipiente de plástico, coloca una taza de agua y algunas canicas o piedras de río.
Tip:
Tiendas virtuales como Amazon o la de Walmart y CasaIdeas las venden.

Tipos de huéspedes

  • Mamás decoradoras: las abejas solitarias (diferentes a las que producen miel) personalizan su habitación para que sus crías estén cómodas y seguras. En sus refugios cilíndricos depositan una provisión de polen y néctar para que las larvas, cuando nazcan, puedan alimentarse; y tapan la entrada con barro y hojas para protegerlas.
  • Los más reservados: a los escarabajos y las catarinas les gusta esconderse donde no sean fácilmente distinguibles. Los primeros buscan cobijo entre hojas secas, cortezas de árboles o ramas; y las segundas, entre las cañas de bambú, cortezas o tejas.
  • Clientes frecuentes: los insectos que más tiempo pasan en el hotel son los escarabajos y abejorros; y, en especial, las hembras siempre optan por un lugar libre, cómodo y seguro para alimentarse y garantizar la vida de sus hijos.
  • Ecologistas: como aman las flores, las mariposas piden las habitaciones cercanas a éstas. El alimento es una de las razones principales por las que deciden vivir en un sitio y no en otro; y no dudarán en emigrar si hace falta para tener mejores fuentes de alimento. Para no ser atacadas por depredadores, buscan un escondite.
  • Incómodos: las arañas no son bienvenidas, pues se alimentan de insectos, pero pueden intentar entrar para darse un buen buffet. Hay que retirarlas de la zona y, también, quitar sus telarañas.

Información: Marisol Carmona
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