Visitar sitios “pet friendly”, como restaurantes, hoteles y tiendas departamentales, puede ser una experiencia agradable para todos los involucrados si las mascotas están cómodas en este tipo de espacios y no presentan problemas de agresión ni vocalizaciones excesivas, comparte Yunnuén Estefanía Barrera, fundadora del servicio de etología Vet-haviour.
“Hay perros que son súper tranquilos, que no se mueven ni hacen nada. Ellos podrían estar dos horas acostados sin moverse y pasarla absolutamente bien”, indica la etóloga clínica.
“Si saben que sus perros pueden llegar a tener problemas ansiosos, nerviosos o agresiones, que no la van a pasar bien, ni siquiera (hay que) llevarlos”.
Los animales deberían haber sido entrenados para evitar que brinquen constantemente o tomen comida de la mesa, destaca. Asimismo, para obedecer comandos básicos, como sentarse y echarse.
Barrera sugiere sacarlos a pasear a espacios abiertos antes de acudir a los recintos cerrados, que hayan defecado u orinado previamente y darles de comer para que durante la visita hagan digestión. Estas acciones ayudan a mantenerlos tranquilos, señala.
Llevarles un juguete interactivo con el que puedan entretenerse si se aburren y una superficie en la cual puedan descansar son otros consejos que brinda.
“Para evitar propagación de enfermedades, lo ideal es que tú llevaras su plato”, enfatiza en caso de que se les quiera dar a consumir alimentos fuera de casa.
Otra opción para evitar contagios es servirles agua o alimento en desechables. A los tutores, Barrera los exhorta a sentarse en un lugar poco transitado para minimizar que sus mascotas deban cambiar de posición y puedan estar acostadas. De ser posible, elegir horarios sin tanto ruido porque si acuden a algún lugar con música en vivo, ejemplifica, puede que los animales no disfruten la experiencia.
En general, deben estar con correa (corta, preferiblemente) y ser capaces de interactuar con otros animales y personas. Si presentan indicadores de incomodidad, como que un perro se chupe con intensidad cualquier parte del cuerpo o que un gato jadee, Barrera recomienda irse del sitio.
Algunos ejemplares no tienen problemas de conducta y simplemente no les gustan los entornos “pet friendly”. Otros, como los cachorros y los canes muy activos, pueden tolerarlos por lapsos breves porque prefieren caminar, correr y jugar en lugar de estar quietos bajo una mesa, agrega.
“Los perros que todo el tiempo quieren estar haciendo cosas, jugando, brincando (…) que los pongas abajo mientras estás comiendo y tengan que estar mucho tiempo quietos, definitivamente no la van a pasar tan bien”.
Mascotas incómodas
Según Barrera, cuando las mascotas la pasan mal:
- Babean, bostezan, aunque no tengan sueño y se chupan alguna parte del cuerpo.
- Están hiperreactivas ante cualquier movimiento o ruido, por lo que vocalizan mucho.
- No aceptan agua ni comida. Tienen problemas para defecar u orinar.
- Se acuestan y paran constantemente y buscan contacto con desesperación.
- Tienen sus pupilas dilatadas (especialmente los gatos) y orejas hacia atrás o los lados.
Experiencia memorable
Algunos indicadores de que están pasando un buen momento son, de acuerdo con Barrera:
- Aceptan agua y comida.
- Su musculatura está relajada.
- Se acuestan por completo.
- No permanecen vigilantes.