Algunos residuos que llegan a almacenarse son arsénico, mercurio, nitrato y plomo. Al consumirlos o usarlos en actividades cotidianas pueden causar daños a largo plazo en corazón, dientes, hígado, riñones, sistema nervioso y vejiga.
También dan lugar a enfermedades: salmonelosis y tifoidea, por ejemplo.
Por todo lo anterior, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) recomienda lavar y desinfectar cada seis meses las cisternas, las piletas, los tambos, los tanques de agua y los tinacos.