Puedes encontrarlos en las tumultuosas calles neoyorquinas o recorriendo las veloces Autobahn alemanas. A veces podrás verlos en versiones plug in hybrid o, incluso, en poderosas variantes S. 

Pero no importando dónde te encuentres, una cosa es segura: si ves un Audi Q5 en el mundo, éste concentra el trabajo de 5 mil pares de manos mexicanas.

Y hoy estoy precisamente en el punto de origen del popular SUV de Audi. La planta de San José Chiapa, Puebla, encargada de bombear un Q5 nuevo cada minuto y medio, es el telón de fondo para mi encuentro con el primer facelift que recibe la segunda generación de la camioneta.

Pero aunque se trata de una actualización de media vida, los cambios no pueden ser calificados de sutiles. Todo lo contrario. 

El Q5 2021 luce un exterior mucho más deportivo al incrementar las proporciones de la parrilla octagonal, de las entradas de aire y hasta de las defensas, estas últimas crecieron lo suficiente como para incluso incrementar la longitud total del vehículo en 19 milímetros, dando como resultado un largo de 4.68 metros.

Además, la opción S Line se diferencia del resto de la gama por incorporar un patrón de panal en la parrilla, frente a las franjas verticales cromadas de las otras versiones.

Pero no sólo se trata de darle un aspecto más agresivo y robusto, sino también uno más tecnológico. 

Y es que el Q5 se convierte en el primer vehículo en incorporar tecnología OLED para la iluminación trasera, un sistema con el que es posible modificar el aspecto de las luces de freno de acuerdo con el modo de manejo o incluso para desplegar mensajes de alerta en caso de que el auto que se encuentra atrás se aproxime de forma muy peligrosa.

Tras conocerlo por fuera, llega el momento de ponerse al volante. En la versión Elite, equipada con el motor TFSI de 2.0 litros y 249 caballos, el empuje llega desde bajas revoluciones, gracias al apoyo del pequeño motor eléctrico del sistema híbrido ligero.

Sin embargo, la solidez del despegue no merma, incluso a altas velocidades, en las que la Q5 se mantiene bien plantada, estable y con interiores bastante bien insonorizados. 

De hecho, la cabina se encuentra sofisticadamente envuelta por los insertos en raiz de nogal para el tablero, la tapicería en color café claro para los asientos y un inmenso techo panorámico que cobija hasta a los pasajeros de la segunda fila.

El panel de instrumentos es completamente digital y se acompaña por una pantalla que ahora es de 10.25 pulgadas para el sistema infoentretenimiento, compatible con Apple CarPlay de forma completamente inalámbrica.

En 2016, una historia comenzó a escribirse en Puebla, cuando se inauguró la planta de San José Chiapa. Hoy, su secuela ya se encuentra en camino a las calles del mundo.