Estoy hablando de la nueva Audi RS Q8, una SUV que, a pesar de tener sus casi 2.5 toneladas, es endiabladamente rápida. De hecho, lo que sorprende una y otra vez cuando la manejas es que, con sus 5 metros de largo y casi 2 de alto, tome las curvas como lo hace; que, a pesar de ser pesadísima, sea capaz de hacerte perder la noción de velocidad, y, también, que un auto talla XL con una potencia desmedida sea tan manejable.
En la ficha técnica sus 600 caballos de potencia impresionan y, en persona, hasta asustan.
La puesta a punto de todos los sistemas te invitan a ir cada vez más rápido. La tracción integral quattro la mantiene muy bien plantada en el piso, y el diferencial trasero con vectorización de par reparte magistralmente la potencia entre los ejes corrigiendo cada entrada de curva. Además, como su dirección hace el trabajo preciso que conocemos es muy fácil perder la noción de velocidad a bordo de ella.