AURELIA Y ALEX LEMAIRE

“Franceses de nacimiento y mexicanos de corazón” es la frase con la que Aurelia y Alex Lemaire se  describen, tras casi 21 años de su llegada al País para forjar sus vidas.

Desde ese entonces, con ayuda de amigos, dieron sus primeros pasos en la Ciudad de México, en donde establecieron un hogar lleno de su estilo. 

“Mauricio Berger y su esposa, Bárbara, nos apoyaron, así como Sergio Berger y Lina Botero, a quien conocí gracias a su papá, Fernando, ya que cuando decoré su casa me dijo que la  contactara”, platicó Alex Lemaire, quien es coleccionista.

“Hace casi tres décadas que descubrí y me enamoré de la CDMX, dije: ‘aquí me puedo realizar porque se junta la cultura y la locura’; estuve en Acapulco, Querétaro, San Miguel de Allende y, cuando llegamos aquí, le comenté a Aurelia que había encontrado la tierra prometida, porque fue y sigue siendo un paraíso”. 

En 1995, Alex Lemaire cruzó en un velero el Océano Atlántico y pensó que, el día que tuviera una esposa e hijos, quería revivir esa misma hazaña, por lo que en 2017, a bordo de un barco que construyó en año y medio junto a Aurelia, zarpó con ellos a una aventura por el mundo que duró dos años y medio.

“Estuvimos un año en el Mediterráneo y año y medio en el Caribe; después, llegó la pandemia y vimos que aquí no había clases presenciales, así que vivimos otro año y medio en París, hasta que regresamos a México con nuevas ideas y propuestas diferentes, pero con el mismo amor que le tenemos”, dijo Alex Lemaire, quien es diseñador de ambientes. 

“Somos mexicanos con pasaporte, a mis 30 años salí de Francia para descubrir un nuevo mundo, el cual me pegó a nivel cultural, la gente es tan amable, linda y amorosa, yo siempre veo el lado positivo y aquí las personas son así, abren sus abrazos y eso lo hace únicos”. 

Por otro lado, Aurelia Lemaire descubrió que aquí estaban muy adentrados en el arte y diseño floral, por lo que incursionó en este rubro y, más adelante, en la arquitectura de eventos. 

“Este país cambió mi vida, me construyó y me hizo lo que soy. Obtuve un gran conocimiento importante en mi trabajo, y mi familia y yo hemos sido felices, sentimos que este es el lugar que nos corresponde”, platicó Aurelia Lemaire, fundadora de la firma Las Rosas de Aurelia.

Además, asegura que en cualquier sitio al que acude se come rico y que la gastronomía mexicana está a la altura de la francesa, italiana, española y china. 

A pesar de que el idioma fue lo que más le costó aprender, la pareja coincide en que valió totalmente la pena, pues todos los días descubre playas y pueblos originarios que conservan sus tradiciones y patrimonio. 

“Siempre se está en movimiento, se tiene un gran respeto a la naturaleza y, al mismo tiempo, se construyen nuevos conceptos, hay ciudades   increíbles que se deben conocer porque es una plataforma de gente internacional y eso es genial porque es enriquecedor; vale la pena tomarse el tiempo para conocerlo a fondo”, mencionó Aurelia Lemaire, mamá de Mathis y Maxence.