COMPROMETIDOS HASTA EL FINAL

LIZETTE GONZÁLEZ


Todo bien en mi casilla ubicada en San Pedro, sin incidentes violentos.
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– Traté de mantener mi nombramiento discreto, ya que supimos de gente que buscaba a los presidentes para “negociar”.

– En mi casilla aventajó Miguel Treviño como Alcalde de San Pedro y Samuel García como Gobernador.

– Casi el 59% de la población que me asignaron votó. Nos tocaron los apellidos Martínez hasta Rodríguez.

– Por fortuna los desacuerdos que se presentaron fueron menores gracias a la transparencias y eficiencia de todos.

– Nunca estuvimos sentados cruzados de brazos y fuimos una de las casillas con mayor afluencia por los apellidos que nos tocaron. Los sándwiches que llevé para mis funcionarios ni tuvimos tiempo de comerlos por atender la afluencia de votantes que fue continua, sin interrupción en mi casilla.

– Sin embargo, los protocolos sanitarios nos retrasaron el avance de la fila de votantes, aunado a que algunos votantes tomaron hasta 20 minutos para decidir detrás de la mampara de votación.

– El reconocimiento de los votantes fue inversamente proporcional a qué tan larga estaba la fila y cuanto tuvieron que esperar para votar.

– Tuve 2 protestas de representantes de partido que hasta los demás partidos se rieron por lo menores que eran.

– La contabilización muy transparente con numeración clara conforme íbamos terminando cada conteo. Todos tomando fotos de nuestros post-it de colores y escuchando mis instrucciones claras, respetando que nadie externo a los funcionarios podía meter mano y dirigiéndose conmigo directamente sin hacer escándalos.

– Agradecí sugerencias de algunos representantes de partido que se portaron a la altura, cooperando más que buscando fallas.

– Fui muy afortunada con mi equipo de casilla y con los representantes de partido que me asignaron.

– Regresé a mi casa a las 2:00 am después de entregar el paquete de boletas en el INE. Me escoltó el INE en carros separados.

– Mi mayor satisfacción fue cuando llegué al INE y entregué mis boletas con una sonrisa de oreja a oreja diciendo “Aquí están las boletas de la mejor casilla, la más eficiente, las más claras” y me contestan sin haber visto mi caja aún “¿San Pedro, cierto? ¡Por supuesto!”

– La remuneración económica que me entregó el INE decidí donársela a mi capacitador de INE, quien estuvo al pie del cañón, trabajando con nosotros con recursos limitados del INE. Se llevó mi admiración en lo personal y profesional. Ojalá el INE les proporcionara más recursos y se solidarizara con ellos. Espero no pierdan tan valioso talento en este hombre.

En verdad fue una satisfacción al final del día.

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‘FUE UNA EXPERIENCIA QUE ME GUSTARÍA VOLVER A VIVIR’

ANDREA GONZÁLEZ


Tengo 30 años y fue la primera vez que me tocó vivir esta experiencia. Desde que firmé de enterada y lo comenté con mis conocidos, la mayoría de los comentarios que recibía eran negativos, me decían que mejor no me presentara, que rechazara la función, que no sabía a lo que me metía ya que era demasiado trabajo, pero había algo en mi que me decía: “vive la experiencia”.
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Llegó el día y me pidieron estar a las 7:15 am en la primaria que me tocaba. Aproximadamente a las 7:40 am que abrieron comenzamos a instalarnos.

Lamentablemente no había podido asistir a las capacitaciones previas por lo que iba un poco desorientada, pues aunque había leído los libros, al momento de la práctica todo es diferente.

Algo que noté es que todos éramos “jóvenes” y pues obviamente sin experiencia, lo que hizo que todos estuviéramos nerviosos y con dudas provocando retraso en la apertura de la casilla, al punto que las personas de la tercera edad que estaban ya formados comenzaran a molestarse.

Eran las 8:40 am cuando abrimos la casilla, a como íbamos avanzando nos fuimos acoplando mejor y el proceso se hizo más rápido. Exactamente a las 6:00 pm cerramos la casilla, ya no teníamos fila de gente por lo que no hubo problema en eso.

Nuevamente se apoderaron los nervios de nosotros, pues comenzaba “el proceso importante”, teníamos a los representantes de partidos políticos ansiosos por saber resultados, tratamos de hacer todo lo más rápido posible, pero evitando cualquier error.

Ya que hicimos conteos seguimos con el llenado de actas. No veíamos fin a la papelería pues era mucha, alguna se repetía en varios formatos y entre todos nos estuvimos apoyando para hacerlo todo bien. A las 10:15 pm cerramos paquetes para ser enviados.

Llegué a mi casa cansada, acalorada pero satisfecha. A pesar de tener muchos comentarios negativos de mis conocidos por ser funcionaria fue una experiencia que sí me gustaría volver a vivir para mejorar en las cosas que nos fallaron por la inexperiencia y aportar ese pequeño granito de arena a un proceso tan importante para nosotros como mexicanos.

A todos los que rechazaron su función por no tener tiempo para eso o simplemente por flojera, creo que si queremos un cambio tenemos que empezar por nosotros.

Cambiar ese pensamiento que para cumplir como ciudadano no hay tiempo pero para irte a formar al cine, a la pizza, al estadio pueden pasar horas bajo el sol, lluvia, etc.

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‘A LA MERA HORA, NADIE QUIERE APOYAR’

JOSÉ A. GÓMEZ


Mi nombre es José Alberto Gómez Benavides y fui presidente de la Mesa Directiva de la Casilla Extraordinaria 1 de la Sección 1075 en Reynosa, Tamaulipas, durante la pasada jornada electoral. Esta fue mi segunda participación en unas elecciones, curiosamente bajo la misma función.
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Cuando la Capacitadora Asistente Electoral (CAE) del Instituto Nacional Electoral (INE) acudió a mi domicilio para invitarme a ser funcionario, de primera instancia dudé en aceptar debido a que pertenezco a un grupo vulnerable y no había sido vacunado contra el Covid-19 aún. Sin embargo, como ciudadano ejerzo mi derecho a expresar mi inconformidad con la labor de nuestros Gobernantes y me pareció incongruente rechazar dicha invitación. Más aún, la respuesta de la CAE -que era el primero en aceptar después de 14 invitaciones a vecinos de mi Fraccionamiento- terminó de convencerme.

Previo a la elección leí en tres ocasiones la “Guía para la y el Funcionario de Casilla” del INE y la “Información para la y el funcionario de casilla: Elecciones Locales” del Instituto Estatal Electoral del Estado de Tamaulipas, tomé el curso virtual “La Jornada Electoral” y acudí a un simulacro de la elección. Una noche antes, repasé ambos cuadernillos. Durante las Elecciones de 2009, el Partido Acción Nacional había impugnado los resultados de la casilla donde había sido funcionario y esta vez estaba decidido a evitar la frustración y el coraje que mi tiempo y mi esfuerzo hubieran sido en vano.

Desafortunadamente, durante la noche del sábado, un vecino tuvo un festejo hasta altas horas de la madrugada que me impidió dormir. Al sonar la alarma a las 6:00 AM, me sentía físicamente mal por la falta de sueño y todo lo que me ocasionó: presión arterial alta, dolor de cabeza, vértigo, etcétera. Pensé en llamar a la CAE para informarle que no podría, pero me di un tiempo para descansar y esperar a que pasara y así fue. Me comí rápidamente un sandwich, unas papitas, un refresco y salí de mi casa.

Llegué a la Casilla a las 7:10 AM. El domicilio aún estaba cerrado y abrieron hasta las 7:51 AM. La instalación de las casilla se demoró aún más debido a la limpieza y desinfección del lugar, a la impuntualidad de algunos funcionarios de casilla, a la solicitud de los Representantes de los Partidos Políticos de contar y firmar las 2,196 boletas (lo cual es opcional) y a las continuas interrupciones de Representantes del PRI y PAN cuyo nombramiento no pertenecía a mi casilla y exigían permanecer ahí cuando el límite por partido son dos únicamente. Así pues, a las 9:28 AM abrió finalmente la casilla.

En todo momento, se siguieron las medidas de prevención dentro y fuera de la casilla: uso de cubrebocas (careta adicionalmente para los funcionarios), gel antibacterial para funcionarios, representantes y votantes, sana distancia entre funcionarios y representantes y en la fila de votantes, desinfección de mesas, urnas, mampara y crayones, etcétera. Además, en todo momento solo se permitió el acceso a dos votantes al mismo tiempo a la casilla.

Previniendo altas temperaturas, alisté mi hielera con aguas, Gatorade y refrescos. La CAE nos llevó tacos de canasta para almorzar y un platillo de mole con arroz y frijoles para comer además de refrescos para acompañar los alimentos.

Sin embargo, desde las 9:28 AM en que declaré abierta la votación hasta las 6:31 PM en que anuncié su cierre, hubo flujo continuo de votantes por lo que me mantuve ocupado al grado que solo tomé una botella de Gatorade y una de agua que mi compañero Escrutador 3 me arrimó, no tuve oportunidad de comer, ni me dieron ganas de ir al baño en todo el día e incluso voté en mi lugar (solo me volteé para marcar mis boletas).

Alrededor de las 12:30 PM, tuve que suspender la votación debido a que los Representantes del PAN decidieron unilateralmente reubicarse exactamente a un lado de las urnas.

A las 6:00 PM, aún había 12 personas formadas por lo que solicité al Escrutador 2 ubicarse al final de la fila para definir el cierre de la votación. Sin embargo, simpatizantes de Morena que llegaron posterior a la hora de cierre marcado por la ley, exigieron votar y ante mi negativa empezaron a amenazarnos. De hecho, tuve que suspender en dos ocasiones el cómputo de los votos debido a los insultos que gritaban desde la banqueta.

Después del llenado de actas, la entrega de las mismas a los representantes de partidos políticos y la preparación de los tres paquetes electorales, se procedió a la publicación de resultados y finalmente a la limpieza del lugar. A las 11:08 PM me retiré de la casilla con un dolor de orejas debido al uso continuo del cubrebocas además de la careta y mis lentes… A decir verdad, ahora admiro mucho más al personal médico que tienen que usar todo su equipo de protección personal por jornadas mucho más extensas.

¿Por qué narré tan extensa mi experiencia? Por que es frustrante leer las quejas de los partidos políticos y de los ciudadanos sobre la elección.

Al día siguiente de la votación, el Comité del Partido Acción Nacional en Tamaulipas publicó un comunicado en donde, al denunciar “múltiples incongruencias” en el cómputo de los votos desacredita la labor de los Funcionarios de Casilla.

También los ciudadanos se quejan de la tardanza en la apertura de las casillas pero… a la mera hora, nadie quiere apoyar: nadie quiere perder un domingo de sus vidas por intentar que la democracia en este País avance. Es mas fácil despotricar contra el INE que aceptar la invitación a ser funcionario de casilla cuando los CAE realizan las visitas domiciliarias o incluso, cuando algún algún funcionario de Casilla acude a los ciudadanos formados de la fila para completar la Mesa Directiva.

Algunas amistades que también participaron como funcionarios de casilla no tuvieron la misma suerte que yo: los CAE, ante los múltiples situaciones adversas que resolver, no pudieron proveerles alimentos ni bebidas, pero eso sí: un partido entregó hamburguesas Carl’s Jr a sus representantes, al parecer en todo Reynosa.

Y aunque el pago fue de $500.00 pesos por parte del INE a cada funcionario, con gusto los cambio por un Domingo con mi familia que es lo que usualmente hago.

No fue grata la desvelada; no fue grato levantarme temprano en domingo; no fue grato lidiar con las quejas de representantes de partidos políticos o los insultos de ciudadanos que impuntualmente acudieron a votar; no fue grato estar 16 horas sin comer y terminar sudado y con las orejas adoloridas; no fue grato perderme la compañía de mi familia, pero fue gratificante no solo ejercer mi derecho al voto sino asegurar que el conteo de los votos emitidos en “las elecciones más grandes de la historia” fue llevado con veracidad.

Y sí, claro que lo volvería a hacer, porque nuestra democracia es incipiente y aún está en riesgo. Porque sueño con el día en que los ciudadanos acudan a votar libremente y no coaccionados por algún partido político mediante el obsequio de una despensa o amenazados con perder algún programa social o -peor aún- su empleo. Lo haré de nuevo porque aún creo en un futuro brillante para mi País.

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‘UNA ENORME SATISFACCIÓN’

LORENA ELIZABETH BENÍTEZ


Ayer fue un día muy importante para mí y todos los mexicanos que tuvimos oportunidad de ejercer nuestro derecho a votar.
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A mí me tocó estar como funcionaria de casilla. Cuando me dijeron que si quería participar, la verdad me sentí entusiasmada con la idea y acepté de inmediato.

Me tocó ser presidenta de la casilla de mi sección electoral. Llegué alrededor de las 7:20 de la mañana y junto con mis compañeros preparamos todo.

Empezaron las votaciones y la fila no bajaba, ya cuando nos dimos cuenta eran las 6:00 pm, hora del cierre e inicio del conteo de votos, momento que se alargó hasta las 00:35 de hoy (07 de junio).

Fueron muchos votantes, de un total de 743 electores de la lista nominal de mi casilla a cargo, votaron 689, (casi el 93%). Se cerraron los paquetes electorales de la casilla básica y las contiguas y fuimos a entregarlos, después de una fila de dos horas entregué mis paquetes electorales a las 2:45 am de hoy (07 de junio) y llegué a mi casa a las 3:00 am

Terminé cansada, con hambre (no pude comer nada en todo el día, ni un dulce), súper acalorada, ¡pero con una enorme satisfacción!

Mucha gente nos dio las gracias por haber dedicado un día completo a hacer lo que hicimos, también mucha gente nos recordó a “nuestras queridas madrecitas” por lo tardado de las filas, otras al darse cuenta que alguno de ellos se había equivocado de sección para votar, también nos recordó a “nuestras progenitoras” ja ja ja, con más ganas nos gritaban enfurecidos, pero a pesar de todo eso… valió la pena.

Me quedo con la satisfacción de poner mi granito de arena y, con mi ejemplo, enseñarles a mis hijos a ser congruentes y tener conciencia cívica, porque si tanto nos quejamos a veces de lo mal que están las cosas, pero cuando nos piden apoyo respondemos con un “no puedo”, “no quiero”, “es muy cansado”, etc… pues no estamos muy bien.

¿Que si volvería a repetir la experiencia?… SÍ y ojalá algún día les toque a mis hijos hacerlo porque todavía creo que puede existir un México mejor.
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