Desde antes de la tormenta ya veníamos teniendo problemas por el abasto de agua.

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Mi esposo hizo una pequeña pileta en la que juntábamos agua cuando llegaba casi siempre a las 2:00 AM y con muy poca presión.

Con tinas juntábamos el agua y la depositábamos en la pileta.

Pero ahora ya tiene 15 días que no llega el agua a ninguna hora.


Dolores Hernández
Col. Santa Sofía
García
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Una experiencia llena de aprendizaje

Fue una experiencia larga, pero llena de aprendizaje. Mis compañeros de casilla muy cordiales, responsables y muy entregados a su función.

Recibimos capacitación, dos sesiones en línea y tres sesiones en presencial.

Faltó apoyo por parte del Colegio Santa Engracia, que nunca prestó las instalaciones previamente para hacer reconocimiento de campo y lo conocimos el día de la elección.

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Eso fue desfavorable, pues el acceso estaba demasiado estrecho y tuvimos que atender personas afuera con dificultad para accesar.

Llegamos a las 7:15 de la mañana, como nos indicaron, y terminamos a la 1:30 de la mañana del día siguiente, hasta que llegaron por los paquetes a las 2:00 de la mañana.

Cabe señalar que media hora para instalarnos es poco tiempo, sobre todo cuando no conoces previamente el campo para el acomodo.

Nos acompañaron dos representantes del INE y seis representantes de partidos.

Durante la votación se originaron largas filas, ocasionadas por personas que llegaron desde las 6 de la mañana. Cuando llegamos ya había una fila de 30 personas.

Unas cuantas personas estaban molestas por el tiempo de espera, pues era tanta gente que las filas eran largas y lentas.

Afuera, los dos escrutadores que teníamos a cargo recibieron la mayor parte de las quejas por el tiempo de espera. Había personas que comprendían y otras estaban muy enfadadas.

Los escrutadores también se dieron a la tarea de apoyar a las personas que no sabían dónde votar. Nos llegó gente que venía de recorrer varias casillas porque no sabían.

Adentro de la casilla todo muy bien. Nos felicitaban y la mayoría (de las personas) de muy buen humor.

Para las 10 de la mañana, ya el movimiento era más rápido. Nunca tuvimos espacio ni para comer. De mi parte, llevamos lonches, sodas, jugos, refrescos, agua y snacks. El INE nos ofrecía agua durante la jornada y nos dieron un Subway al mediodía.

Cerramos la casilla a las 6:00 de la tarde al verificar que ya no había votantes en fila.

Ahí inició lo pesado: la clasificación y el conteo.

Tuvimos 508 votantes. Terminamos conteo, llenamos actas, desarmamos casilla, integramos los cinco paquetes y así cerramos la jornada.

Apoyamos a subir los paquetes a la camioneta del INE que fue custiodada por una patrulla con dos oficiales.

Fue una experiencia extenuante, intensa, pero muy gratificante. La pasamos muy bien, con mucho ánimo, a pesar de las casi 18 horas.

Me sorprendió ver a los integrantes de la contigua 2 muy jóvenes y muy entusiastas, pero sobretodo super responsables.



Carmen Vázquez.
Monterrey
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Hubo mucha participación ciudadana

Lo más gratificante fue que hubo mucha participación ciudadana, muchos jóvenes que acudieron a votar.

Abrimos tarde por indicación del INE, que los paqueter se abrieran a las 8:15 de la mañana y empezáramos a contar. Yo tenía 777 boletas de cada una (elección).

El primero emitió su voto a las 9:10 de la mañana y finalizó a las 6:10 de la tarde. Supimos trabajar en equipo.

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No comimos todo el día, tuvimos gente, pero la satisfacción más grande que nos dieron fueron muchas bendiciones.

Lo desagradable: Acudió una supervisora del INE, no la que nos había dado la capacitación. Su supervisora no se presentó conmigo ya que fui la presidenta. Llegó con una actitud odiosa, queriendo instalar otras mamparas, las que eran especiales, y no había en dónde pero las puso. La gente se tenía que hincar para votar, ella les quitaba los votos de las manos para ponerlos en las urnas, fue déspota.

Terminamos el conteo a las 11 de la noche, pero pasaron por los paquetes tarde, la chica del INE tenía custodia siete carros de todos los partidos.

Fue muy satisfactorio, solo 15 o 20 minutos que fueron amargos con la supervisora del INE, que se fue porque les dije que si no se iba renunciaba.

Me preguntan que si lo volvería a hacer y digo sí.



Rosa Nelly Arredondo Galaviz
Monterrey
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Invita a jóvenes a participar

Lo más gratificante fue sin duda trabajar por el futuro de todos los mexicanos. Ser funcionaria de casilla fue un trabajo muy pesado, pero a la vez una experiencia muy bonita, lo recomiendo a todos.

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Lo que menos me gustó es que apenas estábamos abriendo las urnas y contando votos cuando ya distintos medios estaban dando como ganadores a ciertos candidatos. El trabajo del conteo de boletas y cierre, en mi casilla, fue de más de 6 horas y se me hizo mucho más pesado que las más de 10 horas entre montar la casilla y la elección en sí como para que a muy temprana hora sintiéramos que lo que estábamos haciendo no valía ya la pena.

Quiero aprovechar este espacio para invitar a todas las personas, pero especialmente a los jóvenes a PARTICIPAR en las elecciones. Hacen falta muchas manos y supe de muchos que dejaron pasar esta oportunidad o que rechazaron la invitación. Me tocó ver a personas de tercera edad trabajando como funcionarios y verlos muy cansados en el cierre. Aproximadamente son 15-18 horas de trabajo y es aquí cuando los jóvenes podemos aportar nuestro tiempo y sobre todo que nuestro cuerpo todavía nos permite estar de pie por tantísimas horas. Si queremos un México diferente, empecemos por nosotros. No solo se quejen, ¡éntrenle!



Ana Cecilia Peña
San Pedro
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