Los orígenes de los autocinemas se remontan a los años 20 en Estados Unidos; sin embargo, fue hasta después cuando el mundo conoció por primera vez la experiencia de ir al cine en la comodidad de su auto. Afortunadamente, han cobrado su segundo aire y esta modalidad es una gran opción para disfrutar del séptimo arte y respetar las medidas sanitarias para evitar contagios por Covid-19.