Un equipo de científicos de la UNAM escaló el volcán para colocar una placa firmada por el Instituto de Geofísica en la que alertan las consecuencias de la desaparición de los glaciares.

“A las generaciones futuras: Aquí existió el glaciar Ayoloco y retrocedió hasta desaparecer en 2018”, se lee.

“En las próximas décadas, los glaciares mexicanos desaparecerán irremediablemente. Esta placa es para dejar constancia de que sabíamos lo que estaba sucediendo y lo que era necesario hacer. Sólo ustedes sabrán si lo hicimos”.

Anel Pérez Martínez, directora de Literatura y Fomento a la Lectura de la Coordinación de Difusión Cultural de la máxima casa de estudios, dijo que era una placa no de honor, sino de la vergüenza.

De acuerdo con la UNAM, el principal efecto de su extinción será la disminución de la cantidad de agua a la que se tendrá acceso.

Además, sin las masas grandes de hielo de la parte alta de las montañas, la temperatura se incrementará de manera adicional e inhibirá las precipitaciones.

El Ayoloco era uno de los pocos glaciares permanentes en México, aunado al que había en el Popocatépetl, así como el Citlaltépetl, o Pico de Orizaba, y que tuvo un decrecimiento acelerado en los últimos años debido al fenómeno de calentamiento global".

En enero de 2001, los científicos del País dieron por extinto el glaciar del Popocatépetl, señaló Delgado.

“La noticia, un verdadero fenómeno climático, generó gran expectación en el mundo científico”, afirmó.

Explicó que el origen de ese suceso fueron los efectos que tuvo la erupción del volcán sobre los hielos.