Red Bull firmó el 1-2 en el Gran Premio de Bahréin.

Con dominio absoluto, tal y como terminó el 2023, Max Verstappen se quedó con la victoria –la 55 de su trayectoria– a bordo del RB20 que, hasta ahora, luce rápido y firme.

El tricampeón de la Fórmula firmó quinto Grand Chelem al cruzar primero la bandera a cuadros, sumar el punto de la vuelta más rápida, la pole y liderar las 57 vueltas.

Sergio Pérez hizo su propia carrera y aseguró el segundo escalón en el podio al mostrar su ritmo y hacer uso de ese juego de neumáticos suaves que se  guardó en la calificación.

 

 

CHECO CONFORME PERO NO CONTENTO

Después de 57 vueltas, el tapatío se las arregló para escalar de la quinta a la segunda posición y administrar los neumáticos ante la alta degradación en la pista.

Aunque la victoria era el principal objetivo, Checo se estancó detrás de Max Verstappen, su compañero en Red Bull, y a la vez, se cuidó del avance del Ferrari de Carlos Sainz Jr.

Las constantes fallas en la comunicación con su ingeniero de carrera, Hugh Bird, llevó a Checo a perder el temple.

“Estás súper callado, amigo. ¡Habla más fuerte! Grita. Tienes que gritar”, le dijo el tapatío por la radio.

FERRARI DEJA SOLO A SAINZ

La indiferencia de Ferrari hacia Carlos Sainz Jr. en el Gran Premio de Bahréin se notó más de la cuenta.

Después de cruzar la bandera a cuadros en el tercer puesto, el español estacionó el monoplaza, se quitó el casco, y cuando volteó a la zona de espera donde están los equipos, los integrantes de Maranello no estaban ahí para felicitar al español.

En una ocasión, Sainz Jr. comunicó por la radio que sus tiempos eran mejores a los de Charles Leclerc, dando a entender que le permitieran adelantar a su compañero, sin embargo, no hubo respuesta.

Sin embargo, al tener mejor ritmo, el madrileño atacó sin temor a su coequipero, para sorpresa de muchos, pues esos movimientos no los hacía en otras temporadas. Ahora, sin asiento asegurado para la próxima campaña, el ibérico lució más agresivo.