USO CADA VEZ MÁS COMÚN

El uso de balas de caucho y armas de “letalidad reducida” por las fuerzas policiales contra manifestantes es “cada vez más generalizada”, denunció este martes Amnistía Internacional.

“En el mundo entero, las fuerzas de seguridad utilizan regularmente de manera abusiva las balas de caucho y otras armas de mantenimiento del orden para reprimir violentamente manifestaciones pacíficas y provocan así terribles heridas y muertes”, señaló la organización de derechos humanos.

La disponibilidad, la variedad y el uso de proyectiles con impacto cinético experimentaron un gran incremento a nivel mundial y contribuyeron a la militarización del mantenimiento del orden durante manifestaciones.

Publicado conjuntamente con la Fundación de investigación Omega, el informe, titulado Mi ojo estalló: el uso abusivo de proyectiles con impacto cinético en el mundo, destaca que las balas metálicas y los perdigones cubiertos de caucho, así como las granadas lacrimógenas son empleadas “con frecuencia” “de manera imprudente o con carácter punitivo, mostrando un uso injustificado o desproporcionado de la fuerza”.

PROHIBIR SU FABRICACIÓN

Amnistía internacional y otras 30 organizaciones piden la implementación de un “tratado contra el comercio de los instrumentos de tortura apoyado por Naciones Unidas” con el objetivo de prohibir la fabricación, así como el comercio de esas municiones.

Resultado de cinco años de investigación en más de 30 países, el informe revela también que las leyes nacionales de utilización de esos proyectiles no se apegan a las normas internacionales, según las cuales “esas armas no deben ser utilizadas sino como último recurso contra individuos violentos que representan una amenaza inminente de perjuicio grave contra personas”.

¿QUÉ SON?

Los proyectiles de impacto cinético, a veces denominados “proyectiles de bastón”, “proyectiles de impacto”, “proyectiles de goma”, suelen dispararse desde lanzadores o escopetas.

Algunos son expulsados en granadas como la “granada de bola de aguijón”, que se puede lanzar con la mano o con un arma. Diferente modelos de cartucho o granada pueden contener diferentes números de proyectiles que pueden también diferir en tamaño, diseño y composición.

Los proyectiles múltiples, los lanzadores de múltiples cañones y los proyectiles individuales mal diseñados que no pueden dispararse con precisión o seguridad no pueden utilizarse legalmente y deben prohibirse, señala AI.

Los ejemplos incluyen pelotas o “balas” de goma, plástico o PVC; cilindro grande con punta de esponja o espuma.

ABUSOS EN PAÍSES

Según Amnistía internacional, granadas lacrimógenas son utilizadas directamente contra personas o agrupamientos masivos de personas en Chile, Colombia, Francia, Irán, Túnez y al menos otros ocho países.

“En Francia, al menos 2 mil 495 manifestantes resultaron heridos en manifestaciones de los Gilets Jaunes entre noviembre de 2018 y mayo de 2019”, según el informe.

“El uso de proyectiles de caucho del tamaño de una pelota de tenis causó al menos una muerte por traumatismo craneano y 24 heridas graves” en España, según el grupo que realiza la campaña nacional Stop Balas de Goma citado en el informe.

En Chile, 440 lesiones oculares, entre ellas más de 30 casos de pérdida de la vista fueron registradas desde el inicio de las manifestaciones contra las medidas de aumento de los precios de los servicios públicos en octubre de 2019.

Según Amnistía internacional, “las cifras reales son probablemente más altas”.