Comfort food, guacamole y cerveza son los verdaderos protagonistas del Súper Tazón. Según Statista, 41 por ciento de los encuestados planea tomar cerveza durante la edición 57 del encuentro que ocurrirá en el State Farm Stadium de Glendale, Arizona.

Lleva tu afición chelera más allá con esta guía para despacharla directo del barril durante la parrillada de este domingo.

Avance de primera y diez

Por su frescura y óptimo nivel de conservación, la mejor pinta fría es aquella servida directamente del barril.

“Se considera el método óptimo para exhibir el arte cervecero. El barril de acero inoxidable evita la degradación por influencia de la luz, así como la posible entrada de oxígeno”, afirma Garret Oliver en “The Oxford Companion to Beer”. 

En algunos supermercados y tiendas especializadas se venden barriles de un galón –3.78 litros–, fáciles de transportar. 

“Igual que en las latas de alimento, un golpe puede botar la resina de grado alimenticio que los recubre, permitiendo el contacto de la cerveza con el metal. Por eso, es muy importante inspeccionar que el barril no esté golpeado y no maltratarlo durante su transportación”.

Es imprescindible tener suficiente tiempo para enfriar el barril y permitir que la presión se estabilice. 

"Lo más recomendable es comprarlo unos días antes para mantenerlo a buena temperatura; si lo compras el mismo día, no lograrás enfriarlo fácilmente. Antes de meterlo al refrigerador, lávalo con agua y jabón".

“Luego de agitar y transportar el barril, la presión al servir puede ser muy brusca. Al tenerlo en refrigeración, el gas vuelve a integrarse con la cerveza por acción de la temperatura”.

Defensiva impenetrable

Cada barril incluye instrucciones para su servicio. Usualmente es necesario manipular la válvula en el extremo inferior; sin embargo, temperatura, cristalería y servicio son esenciales para una buena pinta. 

“Si tienes muchos invitados y consideras que se acabará rápido, puedes sacarlo del refri y colocarlo sobre una superficie lisa y estable con la válvula al aire. De lo contrario, lo ideal es mantenerlo en refrigeración".

“Nunca sirvas la cerveza en vasos de unicel o de plástico: su temperatura hará que el líquido se caliente muy rápido y su superficie porosa provoca turbulencia y mucha espuma”.

La cristalería adecuada permite manipular la cantidad de espuma correcta y apreciar color, aroma y características del estilo. Hablamos de tarros o pintas –de 474 ml en EU, de 658 en Reino Unidos– perfectamente limpios y sin residuo alguno de grasa.

Lo ideal es congelar los vasos, de esa forma la cerveza correrá perfectamente por sus paredes lisas y conservará su textura, pues el líquido conserva mejor el gas carbónico –espuma y burbujas– a temperatura baja. 

Si vas a utilizar un vaso genérico, deberá tener un grosor mínimo de 6 milímetros para someterlo a congelación sin estrellarlo. El congelador deberá estar limpio y una caja de bicarbonato de sodio colocada al lado de los vasos evitará que absorban aromas, aconseja el experto.

Secretos para un touchdown

Lavado de la cristalería y servicio son el último paso para que tus cervezas de barril brillen más que la actuación de medio tiempo. Aquí los pasos a seguir según el programa especializado Cicerone: 

Aceites o grasas en el vidrio deterioran la formación y retención de espuma. Para evitarlo: lava los vasos a mano con cepillo de cerdas suaves; usa detergente para cristalería –los jabones líquidos a veces tienen lanolina o aceites–, olvida las toallas, pueden dejar pelusa o residuos resinosos, seca al aire. 

Logra la espuma perfecta utilizando las dos manos. Inclina el vaso y deja correr el líquido por un costado, después de servir más de la mitad, coloca en posición vertical y sirve el resto de la cerveza al centro para formar espuma.

“Dependiendo del estilo, la espuma puede alcanzar entre uno y dos dedos de grosor y tiene la función de proteger al líquido de la oxidación”.

Jugadores estrella

Para la comida grasa y picante que acapara las mesas del Súper Tazón, los mejores estilos son los que brillan por su amargor, es decir, todas las gamas de IPAs, pues sus lúpulos y buena carbonatación harán equilibrio. 
Ligeras, frescas y fáciles de beber, las International Pale Lager, son también una buena opción.

Ponte el jersey chelero

Elije tu estilo favorito acorde al contexto cervecero de Kansas y Filadelfia: 

Kansas: algarabía entre pretzels y Bocks

En 1860, el historiador Everett Dick definió a la industria cervecera como la cuarta más importante de Kansas. Y para 1881 había más de 90 cervecerías, la mayoría de alemanes migrantes, quienes popularizaron diferentes estilos de lagers alemanas. 

La fermentación lager era nueva para los estadounidenses, los estilos derivados de ella –ligeros en cuerpo y sabor– diferían mucho de las conocidas cervezas de fermentación ale.

“Mientras la cerveza Bock durara, los pretzels serían gratis en todas las barras, y los clientes enronquecerían en cantos movidos por sus canciones.

“Después de la cena, hasta el anochecer, podíamos seguir a una pequeña banda alemana desde su cantina hasta la cervecería de nuestro vecindario… Las cervecerías habían advertido que la temporada de la cerveza bock estaba cerca de su final”, escribió Lucille Kohler en “Bock Beer Days in St. Louis” (1932).

Filadelfia: un vecindario para las lagers

No sólo es cuna de la independencia estadounidense, en sus calles se escribieron capítulos históricos para la industria cervecera: en 1680, William Penn, fundador de la ciudad, comenzó la construcción de una cervecería.

A pesar de que el ilustre George Washington era acérrimo amante de las Porter –de fermentación ale–, la arquitectura de Philly se transformó con la aparición de las lagers. 

La llegada de la levadura lager en 1840, fue conmemorada con una placa de la Comisión Histórica de Pensilvania en las calles North American y Poplar.

“El nuevo proceso de elaboración a temperaturas bajas provocó un cambio en las necesidades estructurales de las cervecerías, que ahora requerían cavas, esto ocasionó una mudanza hacia el extremo occidental de la ciudad, donde podrían construirse instalaciones más grandes.

“El arquitecto Otto C. Wolf se especializó y ganó fama en la construcción de cervecerías enfocadas en los estilos lager. Gracias a la mudanza de la industria hacia esta nueva área nació Brewerytown”, detalla Lawrence Handy, historiador y director del Philadelphia Brew-seum. 

Nayeli Estrada
Fotos: iStock, Freepik y Canva
Fuentes: Visit KC, “The Oxford Companion to Beer”, “Kansas City Beer: A history of brewing in the heartland”, “Kansas Breweries 1854-1911”, The Neon Museum”. 
Edición y diseño: Rodolfo G. Zubieta
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