Jóvenes del Club de Robótica del Instituto Tecnológico de Tlalnepantla (Crittla) ganaron una acreditación para viajar a China y representar a México en el Robot Challenge 2025, evento en el que equipos de más de 82 países se enfrentan en diversas categorías como carreras de drones y robot minisumo. Crittla obtuvo su boleto en la categoría minisumo con robots diseñados y programados por los estudiantes.

Aunque provienen de diversas carreras, como ingeniería electromecánica, mecatrónica, eléctrica o mecánica, todos colaboran para armar sus robots. La competencia de minisumo pone a robots, con un peso máximo de 500 g y un tamaño máximo de 10 cm x 10 cm, sobre de un “dojo” a luchar. Al igual que en el deporte de origen japonés, el objetivo es echar al otro del campo. Estos robots pueden ser autónomos, que funcionan mediante sensores o de radiocontrol.

Más allá del hobby

Si bien es una actividad extracurricular, el diseño de robots permite a los jóvenes desarrollar habilidades importantes para el mundo laboral, acorde con Ramón Osorio, miembro de Crittla.

En Crittla, por ejemplo, trabajan con SolidWorks, software utilizado en la industria de la robótica empleado en tareas de diseño mecánico y simulación de prototipos. Empresas como Ford y Bosch han utilizado SolidWorks para sus proyectos, según la compañía. Osorio indicó que conocer software de diseño como este les abre oportunidades en la industria automotriz.

Diseño robótico

Todo comienza con el chasis, diseñado en SolidWorks, donde se trazan las piezas hasta darles grosor y forma. Este chasis se fabrica con orificios estratégicos para montar motores y otros componentes electrónicos. Para controlar los motores, se usa un puente H (en este caso, un L298N), o sea, un circuito integrado especial, que permite regular la dirección del giro y la velocidad. Este componente define si el robot avanza, retrocede o gira. 

La señal de control llega desde un módulo receptor, que está conectado al control remoto, permitiendo manejar el robot a distancia. La operación de robot se sostiene en dos procesos: la simulación de circuitos y la programación de los componentes electrónicos. El primero permite hacer pruebas con los aditamentos antes de soldarlos con el fin de detectar errores y corregirlos.

Lo segundo ocurre en el software de Arduino junto con su microcontrolador, el “cerebro” que controlará los componentes, como el puente H. La idea es revisar que todo se ejecute sin bugs antes de soldar las piezas. En el caso de robots minisumo autónomos, el proceso es similar, solo que se programan los sensores, los cuales se ajustan para que el robot realice tareas específicas.

Por ejemplo, se programan unos sensores de detección de movimiento y si a cierta distancia identifican al robot oponente, los motores del minisumo aceleran a máxima velocidad para echarlos del “dojo”.

“Programamos rutinas para el robot en Arduino. Tenemos una rutina de movimiento en media luna para que el robot gire y esquive al rival”, detalló Osorio.

Talento multidisciplinar

Crittla obtuvo el pase al Robot Challenge 2025 durante la competencia de minisumos autónomos en Roboduca, celebrado en Cuernavaca, Morelos, en junio de 2024, pero también diseñan otros robots. Para muestra, cuentan con robots del tipo humanoide y drones, también fabricados por los estudiantes.

El humanoide realiza funciones básicas, como mover sus extremidades y posarse sobre uno de sus “pies”. En tanto, el dron se controla mediante controles adaptados, incluso algunos de consolas de videojuegos, y se observa en un visor las imágenes captadas por la cámara del dispositivo. El dron y el humanoide les valieron el segundo y cuarto lugar en InnoBotica, concurso nacional del Innova TecNM 2024, ocurrido en Colima, el pasado noviembre.

En los proyectos de minisumos, drones y humanoides se han involucrado los estudiantes Ramón Osorio, Paola Guerrero, Paola Guzmán, Diego Guzmán, Hunab Ortiz, Uri Ortiz, Gael Rosas y Elizabeth Padilla. A las y los estudiantes los lideran sus profesores Marisol Coba y Omar Barrera.

Por el presupuesto, solo Ramón Osorio, Paola Guzmán, Diego Guzmán y Marisol Coba, como asesora, viajarán a China para representar al País. Los mentores concordaron en que el Instituto Tecnológico de Tlalnepantla apoya en lo posible para viajes por carretera y viáticos, además de proporcionar equipo e instalaciones, pero no existe una partida de recursos para financiar a Crittla en el extranjero.

Los docentes refieren que no es un tema de falta de apoyo, sino que las autoridades no los tomaron en serio hasta que comenzaron a alzarse con reconocimientos nacionales e internacionales. Estudiantes y profesores aseguraron que México cuenta con talento suficiente para competir en robótica a nivel internacional y aventuraron que en la región el País es fuerte.

Mencionaron al Club de Robótica del Tecnológico de Poza Rica, en Veracruz, su ejemplo a seguir, quien en 2024, en Rumania, obtuvo el primer lugar en la categoría de minisumo autónomo profesional, primer lugar en microsumo y el tercer lugar en megasumo. De igual manera, en la competencia RMS Challenge International, celebrada en Brasil el 30 de abril de 2024, Poza Rica arrasó y obtuvo el primer lugar en Sumo Autónomo de 3 Kg, primer lugar en sumo RC (radio control) 3 Kg y primer lugar en minisumo RC.

Con Kibray, Cobito, Spindolito y Silverius, nombres de sus robots minisumos, Osorio, Guzmán y Guzmán esperan dejar sus nombres en alto y el de México en China. No obstante, Osorio reconoció que en anteriores viajes internacionales, como uno anterior a Rumania, tuvieron que organizar rifas, convivios en las instalaciones de la universidad y venta de tacos para fondear el traslado. 

Aunque no fueron el primer lugar en Rumania, Cobito se posicionó como el número 8 entre 209 autómatas. Crittla busca financiamiento para el viaje a China, pero también patrocinadores interesados en invertir en la organización para continuar y mejorar sus proyectos.

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