EN HONOR A DIEGO

Gog Murguía y Bárbara Ruesga con sus hijos, Diego y Daniel
Desde que nació, Bárbara Ruesga describe a su hijo, Diego, como un niño que siempre tiene una gran sonrisa y con un ángel impresionante.
“Yo no pensé que fuera a amar a alguien más como a Daniel, mi primogénito, pero, definitivamente, se triplicó el amor. Estoy fascinada y babeando porque este bebé como que viene más avanzado, no sé si le está aprendiendo muchísimo a su hermanito, pero está súper despierto”, comentó la orgullosa mamá.
“Ya empezó a gatear y no para, tiene mucho interés por explorar, aprender y conocer, por lo que quiero aprovechar cada segundo con él, pues el tiempo pasa muy rápido”.

Marielle Ruesga, Daniel Murguía, Óscar Ruesga, Diego Murguía y Lorena Castañeiras
Para celebrar sus primeros nueve meses, la feliz mamá y su esposo, Gog Murguía, organizaron en San Diego el bautizo del pequeño, quien portó un ropón obsequiado por su abuela paterna, Leticia Murguía.
“Me encanta que ahora sea parte de la familia católica y que siempre lleve esa formación, pues es algo importante para nosotros como padres, porque creemos mucho en la religión”, dijo la fashionista.
“No lloró para nada durante la misa, se portó maravilloso y estuvo muy atento a las palabras del Padre”.

Bárbara Ruesga, Diego y Gala Murguía, Sasha Krilov, Guido Murguía, Francesca Pujals y Alessandra Murguía
Una vez que terminó la ceremonia, Bárbara y Gog junto a sus pequeños y demás integrantes de la familia se dirigieron a casa de los abuelos paternos del festejado, donde comieron ensalada, salmón y cortes de carne.

Leticia y Alberto Murguía, abuelos paternos del bautizado
Los padrinos de Diego fueron Francesca Pujals y Guido Murguía, hermano de su papá, quienes prometieron siempre estar a su lado y guiarlo en los mejores y no tan buenos momentos de su vida.

Los felices padres con su hijo, Diego.

Detalles únicos
La recepción se llevó a cabo en la casa de los abuelos paternos de Diego, Leticia y Alberto Murguía.
La decoración incluyó elementos en tonos blanco y azul, plasmados en la vajilla y flores que contrastaban con el mar que rodea al hogar.