Debido a que se encuentra cerca de su hogar, Natalia Rocha y Gerard Hauranieh caminaron unas cuadras hacia la Iglesia San José del Buen Consejo para bautizar a su hijo, Tarek, quien les sonreía y mandaba saludos a todos los automovilistas en el camino.

Gerard Hauranieh y Natalia Rocha con su hijo, Tarek

Durante la misa, el pequeño estuvo atento a cada detalle y, cuando le pusieron agua bendita, se mostró  feliz, por lo que metió su mano a la pila bautismal y empezó a jugar.

“Nació en plena pandemia, por lo que trajo alegría y esperanza a toda mi familia, además de que tiene un carácter súper bonito, se la pasa riendo, es muy observador y juguetón”, comentó la orgullosa mamá, de 32 años de edad.

“También es tierno, le gusta abrazar, acariciar, todo el día me da besitos; le encantan los árboles y el agua. Definitivamente, me saqué la lotería con él, se porta divino”.

Rafael Musi, Gerard Hauranieh, Liza Ortega, Natalia Rocha, Tarek Hauranieh, José Humberto Rocha y Begoña González

Para ese día especial, la feliz mamá mandó a confeccionar un ropón, para que el pequeño lo luciera en la ceremonia.

“La parte de abajo, con la que estuvo en la fiesta, es un short con tirantes y camisa. Arriba, usó el faldón extra largo y un cuello con detalles bordados en cristal azul y perlas. Todo el atuendo lleva encaje, el gorrito también tiene adornos cosidos, al igual que los zapatos”, compartió la también diseñadora textil, quien cuidó cada detalle del festejo.

Dora Alicia Saade, abuela materna

La pareja eligió a Liza Ortega, prima de Gerard, y José Humberto Rocha, hermano de Natalia, para apadrinar al niño y acompañarlo a lo largo de toda su existencia.

“Pensamos en ellos porque los dos viven de acuerdo a los principios que queremos inculcarle a nuestro bebé y sabemos que, en caso de que no estuviéramos, ellos verían por él”, externó Rocha.

“Liza es madrina de nuestra boda junto a Rafa, su esposo, son un ejemplo de familia en todos los sentidos y nos encanta el amor que desbordan; mientras que, Pepe es un hombre trabajador, luchador y recto, se toma estos títulos muy en serio y sé que va a conducir a mi hijo en su vida cristiana”

Teresa Sánchez, abuela paterna

Para el recuerdo

+ Luego de la misa, los invitados se trasladaron a la casa del bautizado, donde comieron sushi y brochetas; además, disfrutaron de una mesa de postres dulces y salados.

+ Los padrinos le regalaron una cruz y una esclava al festejado. De bolo, entregaron una Virgen de Guadalupe enmarcada.

 

“Los bebés son puros y bendecidos. Hoy, no sólo es presentado
ante la Iglesia, también es reconocido como hijo de Dios”.  NATALIA ROCHA, mamá del bebé