Créditos: Joédson Alves/Agência Brasil

En un contraste notable con la política de prohibición de tragamonedas en México, Brasil está tomando medidas decisivas para legalizar los casinos y regular las apuestas en línea.

Esta iniciativa surge en un contexto donde las tragamonedas en línea son extremadamente populares en Brasil, capturando alrededor del 91 por ciento de todas las rondas jugadas, según datos recientes de un casino online.

A finales de 2023, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva sancionó la Ley 14790, que establece un marco regulatorio para las apuestas deportivas y los juegos en línea.

La legislación impone un impuesto del 12 por ciento sobre los ingresos de las empresas de apuestas y del 15 por ciento sobre las ganancias netas de los jugadores que superen los 2 mil 259.20 reales (aproximadamente 412.89 dólares), buscando ordenar el mercado, recaudar fondos y proteger a los consumidores mediante tecnologías de identificación.

Fernando Haddad, Ministro de Hacienda de Brasil, lidera esta regulación estricta, asegurando que las empresas de apuestas operen con autorización gubernamental y mantengan al menos 20 por ciento de propiedad brasileña en su capital.

Influencia del juego en línea, legislación y expectativas presidenciales

La gran popularidad de las tragamonedas en línea en Brasil, impulsada por su experiencia de juego dinámica y la promoción en redes sociales, junto con el crecimiento de las apuestas deportivas legalizadas en 2018, posiblemente influyó en la sanción de la ley para regular y aprovechar el mercado de juegos.

En este contexto de crecimiento del juego en línea, Brasil avanza también hacia la legalización de casinos físicos.

El proyecto de ley, aprobado por la Comisión de Constitución y Justicia del Senado y pendiente de votación en el pleno, permitiría la apertura de casinos en destinos turísticos y complejos de entretenimiento.

Según la propuesta, se otorgarán licencias para un casino por estado, con excepciones para São Paulo, que podría tener hasta tres casinos, y Minas Gerais, Río de Janeiro, Amazonas y Pará, que podrían tener hasta dos cada uno.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó su intención de sancionar esta ley si es respaldada por el Congreso durante una entrevista con una estación de Radio.

“No creo en la idea de que si hay un casino, los pobres gastarán todo lo que tienen. Los pobres no irán al casino, los pobres trabajarán en el casino. Puede que incluso vean cómo su ciudad se desarrolla, pero no irán porque los casinos son para personas con dinero.”

Luiz Inácio Lula da Silva,
presidente de Brasil

El impacto que podría tener la legalización del juego en Brasil

El debate sobre la legalización del juego en Brasil ha perdurado por más de 30 años desde la prohibición en 1946, con Lula expresando una postura crítica pero no abogando por su criminalización.

A pesar del potencial económico, la propuesta de legalización enfrenta oposición de sectores como los evangélicos y organizaciones civiles, que temen el aumento de la adicción y delitos financieros.

La legislación busca aprovechar el potencial económico del juego regulado, estimando ingresos fiscales anuales de 22 mil millones de reales (aproximadamente 4 mil 20 millones de dólares) y la creación de 1.5 millones de empleos, distribuyendo los fondos entre deportes, turismo, seguridad pública, educación y seguridad social para canalizarlos hacia contribuciones sociales.