Para María Gutiérrez y Fernando Zambrana, elegirse como compañeros de vida fue una decisión sumamente sencilla, pues se conocen desde que eran pequeños, así que la idea de convertirse en pareja se les reveló como un gran acierto.
“Nuestros papás eran mejores amigos de la universidad, así que nos relacionamos desde muy chicos, y, aunque nos dejamos de ver muchos años debido a que no coincidíamos en las reuniones, vi mucho a su familia y fue muy cercana a mí”, dijo María.
“Su padre, Fernando Zambrana, falleció hace siete años y acudimos a su velorio, ahí lo volví a ver; después, él me buscó, salimos y, desde ese entonces, no nos hemos soltado”.
Posteriormente, en 2019, el ingeniero en informática le pidió que lo acompañara a un viaje de trabajo a Los Ángeles, pero, en realidad, él le tenía una sorpresa, pues en la playa de Santa Mónica ya estaba todo organizado para darle el anillo de compromiso y pedirle que se casara con él.
Su boda estaba prevista para 2020, en Costa Brava, España, pero la pandemia se los impidió, aún así, en mayo pasado pudieron llevar a cabo una ceremonia simbólica en ese lugar y, ahora, realizaron otra en México debido a que muy pocas personas pudieron acompañarlos en la Madre Patria.
“Queríamos algo pequeño por el tema de la epidemia, fuera de lo convencional, así que elegimos un spot increíble en la Roma que se ajustaba perfecto a nuestras necesidades. La intención era un evento relajado, como somos nosotros, y lo logramos; dimos canapés porque preferimos un menú más informal y fue un Dj, estuvo muy divertido”, compartió la administradora de empresas.
“Les deseo mucha felicidad, que se quieran y respeten siempre. Es una pareja encantadora, me parece algo mágico, como cuento de hadas y la forma en la que se
enamoraron cautiva a cualquiera”. ALFREDO GUTIÉRREZ, papá de la novia
Es así que rodeados de 55 invitados, la pareja tuvo un enlace civil, en Sobremesa, donde reafirmaron lo que sienten el uno por el otro.
“Él es mi regalo de vida, un encanto de hombre, me trata como reina y todos los días me hace saber lo que siente por mí, me lo demuestra. Es noble, sensible, además, nos llevamos increíble y nos sale natural el procurarnos el uno al otro, eso es lo que nutre nuestro motor”, expresó la egresada del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
“Es una pareja fenomenal, hecha por mandato divino desde el cielo. Había mucha gente que la quiere y la pandemia hizo que no pudiéramos ir a España, ahora, vemos su sueño hecho realidad y vivirlo junto a ambos no tiene precio”. GEORGINA GUTIÉRREZ, hermana de la novia
