ACAPULCO.- Dicen que el día de tu boda es uno de los mejores en la vida y Montserrat Sardina lo comprobó, por lo que desde muy temprana hora decidió consentirse al máximo.
“Dormí súper bien, hice ejercicio y un ritual, medité; agradecí frente al mar y hasta me dí un masaje. Luego ya empezaron las prisas con el maquillista y los fotógrafos”, explicó la psicóloga clínica
Enfundada en un vestido diseñado por la creativa Rue De Seine, la novia caminó del brazo de su padre, Antonio Sardina, para ser recibida por Alfredo Arámburo, con quien se casó por el civil hace dos meses en la Ciudad de México.
“Las sesión fotográfica fue en el atardecer y la misa acabó siendo ya de noche;estuvo súper conmovedora y tocó una orquesta con violinistas, chelistas muchos instrumentos”, comentó la también maestra de yoga.
Rodeados de una decoración estilo boho chic llena de naturaleza muerta, los novios se dieron tiempo para saludar a sus 320 invitados, quienes viajaron de todos lados de la República para acompañarlos.
“Desde que entramos al salón, mi esposo y yo sentimos un tipo de energía bonita de todos ellos hacia nosotros, listos para festejar y brindar por el amor”, dijo la novia, de 31 años de edad.
“Me divertí muchísimo porque todo mundo estaba demasiado contento por nosotros y la celebración”.
Una de sus incondicionales y a quien eligió como madrina de lazo fue a Paola Ramos, su amiga desde hace 18 años.
“Cuando entré al Colegio Oxford la conocí y hemos sido inseparables”, mencionó la health coach.
“Me encanta de ellos que son muy divertidos y unidos, nada importa cuando cuando están juntos”.