Como único consejero latinoamericano de la institución, compartió la alegría de apoyar este proyecto.
“Estoy muy satisfecho de formar parte del Consejo, porque es una Fundación que no sólo maneja dinero; además de los fondos, hace alianzas con doctores, pone de acuerdo a la gente para conseguir productos para África y hacer todo tipo de optimización, aprendes muchas cosas que se pueden poner en práctica en México”, comentó Bremer, quien mantiene una amistad con la familia Clinton desde 1990.
“La idea es tocar muchas vidas, se ha ayudado a más de 400 millones de personas a través de esta Fundación, la cual impulsa mucha gente y trata de hacer el bien a nivel mundial”.