
Brujas, ubicada en la región de Flandes en Bélgica, y llamada así por la escuela de pintura de los primitivos flamencos, es una ciudad medieval que cuenta con un centro histórico que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el 2000, es por eso que miles de viajeros de todo el mundo la visitan cada año.
El famoso al Beguinaje de Brujas que es un conjunto de casas medievales se ha convertido en uno de los destinos más fotografiados, conoce aquí todo lo que alberga esta ciudad:


¿Cómo llegar a Brujas?
Si viajas desde el Aeropuerto de la Ciudad de México a Brujas, debes tomar en cuenta que no hay vuelos directos, pero puedes viajar a destinos como Ámsterdam y París, pues desde estos puntos sí salen vuelos directos al Aeropuerto de Brujas, solo toma en cuenta que de ahí tendrás que tomar un autobús o taxi, pues el centro histórico se encuentra a 25 kilómetros.
Si prefieres llegar al aeropuerto de Bruselas, te recomendamos tomar un tren que va directo a Brujas, el recorrido es de menos de una hora y puedes conocer más sobre Bélgica.


¿Qué conocer en Brujas?
Centro histórico
El centro histórico de Brujas es una joya medieval casi intacta que cuenta con calles adoquinadas, edificios góticos, fachadas escalonadas y plazas animadas por el repique de campanas, es por eso que el sitio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por conservar igual la cultura de los siglos pasados.
Te recomendamos ir muy temprano para poder disfrutarlo, ya que aquí se reúnen la mayoría de los viajeros y personas locales.

Palacio de los Señores Gruuthuse
El Palacio de los Señores Gruuthuse que fue construido entre los siglos 15 y 16 para las familias más influyentes del comercio medieval destaca entre los demás por su arquitectura gótica flamenca que llama la atención por sus detalles ornamentales, ventanales tallados y una atmósfera de nobleza sobria.
Dentro de esta construcción se encuentra un museo que muestra tapices, esculturas, manuscritos, objetos de la vida cotidiana y hasta una capilla privada.

Plaza Mayor de Brujas
En la Plaza Mayor de Brujas puedes encontrar decenas de restaurantes que te presentan la gastronomía de local mientras observas carruajes tirados por caballos que recorren el sitio.
Además se encuentra el famoso campanario de Brujas, también conocido como Belfort, que es una torre medieval de 83 metros que al subir sus más de 300 escalones te da una vista panorámica de Brujas.

Basílica de la Santa Sangre
La Basílica de la Santa Sangre es uno de los templos más religiosos más famosos del mundo, pues aquí se encuentran unas gotas de la sangre de Cristo.
Al interior puedes encontrar dos capillas, vitrales, murales dorados y un retablo, así que ya sea por religión o historia debes visitar este lugar.

Lago del Amor
El Lago del Amor, o también conocido como Minnewater, es uno de los lugares más fotografiados de Brujas, ya que a su alrededor se encuentran árboles altos, cisnes, senderos. Lo mejor es que está alejado del bullicio del centro de la ciudad, aunque está muy cerca de ella.
Te recomendamos acudir justo en la puesta de sol, ya que este sitio mezcla todos sus atributos y crea grandes paisajes.


¿Antojo de hacer gastroturismo?
Si quieres sacarle más provecho a tu visita, te recomendamos darte una vuelta al Museo del Chocolate, pues te comparten toda la historia universal del cacao mientras lo degustas.
Conoce los procesos, los tipos cerveza que existen en Bélgica y las marcas que se fabrican en Brujas en el Museo de la Cerveza que se encuentran en el centro de la ciudad.
Para conocer más sobre la gastronomía belga puedes ir al Frietmuseum, que te cuenta la historia de las papas fritas mientras disfrutas esta delicia.


Tips
Lleva calzado cómodo, ya que las calles tienen adoquín.
La mejor época para conocer la ciudad es en otoño, pues hay menos turistas.
Si no tienes mucho tiempo por Europa, Brujas se puede recorrer en un día.

Información y Diseño: Fernanda Téllez
Fuentes: New York Times, Focus on Belgium, Get Your Guide, Vogue, Airbnb, Civitatis y El Mundo
Fotos: Canva y Cortesía
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