Como muchos otros éxitos culinarios, el bubble tea es una invención en disputa. La única certeza es que fue en Taiwán donde las esferas de tapioca se sumaron al té, durante los 80.
“La receta original se preparaba con té helado dulce, leche y tapioca; las firmas Hanlin Tea Room y TenRen’s Tearoom aún pelean su autoría. En Taiwán los postres son muy ligeros, se hacen con hielo saborizado y picado, té helado y gelatinas”.
Denisse Díaz, fundadora de Té Quinto
La versión más difundida sobre su origen cuenta que, tras un fracaso gastronómico, Hanlin Tea Room apostó a mezclar en un collage los postres más populares: hielo picado con sabor, tapioca y un modesto y sobre extraído té negro con leche.
Ahora bien, si viajamos un poco más atrás en el tiempo, hay registros bibliográficos que cuentan que los tibetanos desarrollaron la técnica de agregar al té sal y mantequilla de yak (un buey oriundo del Himalaya), para hacer frente al frío, explica la experta.
Los ingleses retomaron aquella costumbre para equilibrar la astringencia y sobre extracción resultados de su mala técnica de infusión.
En Taiwán, a las primeras versiones de este postre se les agregó tapioca blanca, que luego sería sustituida por perlas redondas y suaves llamadas bobas.
“Boba literalmente significa boobies, por su forma redonda, suave y esponjosa; esa es la razón del gran slang en torno a este postre y por lo que muchas franquicias prefieren nombrarlo bubble”.
Denisse Díaz, fundadora de Té Quinto
“Es un postre callejero, pero también arraigado en las casas de té taiwanesas. Los jóvenes de 20 a 35 años son quienes más lo consumen, porque es costoso. Normalmente se toma después de las 5 de la tarde, luego del trabajo, en lugares apacibles con música tranquila”.
Denisse Díaz, fundadora de Té Quinto
La especialista agrega que gracias a TikTok y a consecuencia de la pandemia esta bebida comenzó a popularizarse en México y animó a la gente a preparar versiones caseras con ingredientes comprados en línea.
Té correcto y perlas en su punto
“La base es un milk tea, si no está bien hecho, lo demás no tiene muchas posibilidades de ser bueno. La receta clásica se prepara con té negro, leche (o sustitutos de crema en polvo), azúcar y boba. Pero debido a la tropicalización y la demanda se le han agregado todo tipo de ingredientes”, afirma Denisse.
La correcta cocción de la tapioca, un buen jarabe y un tiempo de vida máximo de 10 horas son los secretos detrás de la perfecta textura del boba.
La tapioca es como la pasta: si te pasas queda batida, si le falta tiempo queda dura. Su cocción siempre debe ser en agua hirviendo, ocho tazas de líquido por una de tapioca.
Con el agua en ebullición se agregan las perlas y se mezcla constantemente por 5 minutos, luego se deja tapada, a fuego bajo, por 25 minutos. Tras la cocción habrá que darle media hora de reposo aún tapada para finalmente drenar y endulzar con ocho tazas de jarabe por cada taza de boba.
La preparación del jarabe es bastante sencilla y clásica, dos tazas de azúcar mascabado por cada taza de agua.