LO BUENO

LO MALO

Proyecciones del Municipio sampetrino muestran cómo se verá el Centrito al concluir las obras.

Pero la falta de trabajadores y las demoras en las obras han sido permanentes en varios frentes.

BUSCA MUNICIPIO MEJORAR IMAGEN COMERCIAL Y URBANA

Con el proyecto de regeneración del Centrito Valle, el Municipio de San Pedro busca darle una nueva cara al sector.

De acuerdo con presentaciones oficiales, el corazón de la Colonia del Valle será renovado y, a su vez, se establecerá una conexión con la Calzada del Valle, la Calzada San Pedro, el Parque Mississippi y el Parque El Capitán en la Colonia Fuentes del Valle.

Habrá banquetas amplias, se eliminarán 300 kilómetros de cableado aéreo y serán retirados 200 postes, se renovará la tubería de agua y drenaje, así como la línea de gas, que tendrá capacidad para los próximos 50 años.

El plan incluye la construcción de una ciclovía, 11 cruces seguros, y espacios para quienes trabajan en servicio de entrega de comida. Además, se contempla la plantación de 440 árboles.

La intervención se realiza en las calles Río Mississippi, entre Calzada San Pedro y Río Moctezuma, y Río Tamazunchale, entre Calzada del Valle y Río San Lorenzo.

Y hay otra zona en la calle Río Orinoco, entre Río Grijalva y la cuchilla de Río Colorado.

La obra, con una inversión estimada en 700 millones de pesos, inició en noviembre del año pasado.

El 6 de septiembre del 2022, cuando el director del Instituto Municipal de Planeación y Gestión Urbana, Javier Leal, compartió cómo se vería la nueva cara del Centrito, afirmó que no habría cierres totales y que se trabajaría por tramos.

Originalmente, la obra se proyectó para concluirse en diciembre de este año, pero la semana pasada el Alcalde Miguel Treviño aseguró que debería quedar lista en octubre y que en el verano se abrirían unas calles, ante una creciente crítica de comerciantes y residentes de la zona.

Los trabajos físicos por parte de la Administración municipal se realizan en un contexto en el que existen nuevas reglas para el desarrollo urbano, tanto en el Centrito como en las Calzadas, que fueron aprobadas el año pasado.

Entre las nuevas reglas está permitir los inmuebles con altura máxima de 24 metros, en lugar de los 16 metros que se contemplaban antes, como una forma de impulsar la repoblación de la zona.

DENUNCIAN VECINOS DESORDEN Y LENTITUD EN LOS TRABAJOS

Casi todos los comerciantes de El Centrito apoyan el plan de remodelación, pero reprueban la forma de ejecutarlo.

El cierre de tres de las cuatro calles que forman parte de la zona ha hecho que el drama los invada y vivan “la peor crisis” con el riesgo de quiebra.

Algunos cerraron o están por cerrar para no regresar y otros luchan por mantenerse.

No es fácil decidir sepultar una historia de más de cuatro décadas, como la del sastre, el cerrajero, el peluquero, la que renta y vende vestidos, para quien los lava, denuncian.

Además de los cierres totales, contrario a lo que funcionarios del Municipio de San Pedro prometieron cuando les dieron a conocer el proyecto, los comerciantes externan su molestia en la extrema lentitud de trabajos.

En un ejercicio de varios días realizado por EL NORTE se constató el “tortuguismo” y desorden.

Al monitorear la hora en que llegan los primeros trabajadores, hasta que se van, queda claro que falta orden.

Como ejemplos, el martes 21 de febrero, los trabajos en Río Orinoco y Río Tamazunchale iniciaron cerca de las 7:30 horas.

A las 8:11 horas, hicieron una pausa para desayunar.

Una escena diferente se vivía en un tramo de poco más de 500 metros, sobre Río Mississippi, entre Calzada San Pedro y Río Salinas: en el cruce de Mississippi con Tamazunchale solo un trabajador realizaba maniobras en una retroexcavadora.

En el resto de la zona empezaron a mover maquinaria alrededor de las 10 de la mañana. Ese día hubo una fuga de agua por alrededor de media hora cuando trabajadores rompieron una tubería con un pico en Orinoco y Tamazunchale.

Por Río Tamazunchale, entre Calzada del Valle y Río San Lorenzo, los trabajos en los 670 metros lineales, estaban sólo en algunas intersecciones.

Durante el día, los trabajos se observaron en ciertas zonas y éstos fueron dejados cerca de las 18:30 horas.

Actualmente el cierre es casi total, y aunque el Municipio promete mejorar la estrategia, las quejas son generalizadas.

PELIGRA TINTORERÍA

El 23 de febrero, la tintorería de Arnoldo Flores llegó a los 47 años de vida.

Esta edad quedará marcada también como el término de un negocio familiar.

“La idea es entregar la llave el 31 de marzo”, señaló Flores, “es muy triste”.

Un incremento en la competencia, crisis económica, la reciente pandemia, la sequía no se comparan con el impacto de los cierres en torno al Centrito Valle por los trabajos de remodelación que realiza el Municipio, afirma.

“El sábado no vino nadie”, añade Mary, quien ha laborado en el negocio desde hace 40 años.

En la tintorería Flo-Matic, de la calle Río Mississippi, el sábado siempre era el mejor día.

“Mínimo 20 a 25 clientes, porque mucha gente descansa y aprovecha, pero ahora, nada de nada”.

A lo largo de estos 40 años la calidad en el servicio, la atención y la plática de Flores y Mary aumentaron la fidelidad de sus clientes.

“Tengo clientes de 80 años que venían manejando, se estacionaban en frente y dejaban la ropa”, expresó, “pero la mayoría se da cuenta que hay otras tintorerías y prefieren evitarse todo este caos”.

Flores, de casi 80 años, no tenía en sus planes cerrar así el ciclo de esta tintorería que le dejó otra familia.

“Mi idea era quedarme con ésta y vivir lo que me faltara vivir, pero no fue así”.

'MUY MAL LO QUE HICIERON'

Un anuncio en la puerta del Seúl anticipa un cierre en el sitio en el que abrió sus puertas poco antes del 2000.

Hyunsoon Park señala que los comensales no acuden al restaurante coreano.

A partir de marzo se mudará a un kilómetro hacia el oriente, con el objetivo de mantener el negocio que inició una amiga a finales de los 90s y que después le traspasó.

“Casi no viene, ¿cómo va a venir (gente)? Mi opinión es que es necesario, pero poco a poco. Muy mal lo que hicieron con los negocios”.

“Allá no es seguro (que haya gente) aquí es muy buen punto”.

De tener un promedio de 20 mesas ocupadas, hoy, con los cierres en la calle Río Mississippi, solo se ocupan 2.

“Entre semana 2 mesas”, indicó, “fin de semana, 5, máximo”.

“Casi un año y medio de Covid y luego muy pronto empezar éste, por eso es que muy mal”.

El mudarse unas cuatro cuadras de donde está es una incertidumbre para Park, pero el que esté la vialidad liberada, que permita a los clientes que buscan sus platillos predilectos la hace tener la confianza que le irá mejor que en donde está hasta el momento.

“No sabemos si vaya a haber gente”, reconoció, “pero vamos a ver”.

'TOREA' AFECTACIÓN

El 29 de abril cumplirán apenas dos años en el Centrito.

Aunque como todo nuevo negocio los inicios no son tan fáciles, desde su apertura, Los Toreados del Álamo se convirtieron en uno de los favoritos de los comensales, señaló Bibiana de la Rosa, responsable del establecimiento.

La marca de la casa matriz, en Santiago, les dio ese impulso en San Pedro, señaló.

“Se nos llenaba todo esto, en la mañana, en la tarde”, expresó, “en realidad todo el día teníamos gente”.

“Con esto de la calle se nos bajó en un 50 por ciento y los gastos siguen siendo los mismos”.

De la Rosa manifestó que como clienta ella no acudiría, por lo que agradece que los clientes sigan asistiendo.

“Yo si fuera clienta no viniera”, sostuvo, “porque yo que vengo batallo mucho para encontrar estacionamiento. El de Banamex que queda más corto, nunca hay; el de Orinoco está lleno y luego tienes que darte toda la vuelta, está largo el camino.

“La mayoría de nuestros clientes de la mañana son de la tercera edad, algunos vienen con andadera”.

Originario de Santiago, Macario Moreno labora desde 11 años para el restaurante.

“Tardamos tres meses y medio para que la gente nos conociera, estábamos en la cima con tanta cliente”, dijo.

PEGA AL FRANK&STEIN'S

Con 29 años en la esquina de Río Grijalva y Río Orinoco, el dueño del restaurante Frank & Stein’s resume el sentir de la mayoría de comerciantes de la zona: el impacto de los cierres por las obras de regeneración en el Centrito no se compara con otras crisis vividas como la de la pandemia del coronavirus.

“Nuestras ventas se han visto mermadas en un 60 por ciento, promedio”, señaló Beto Frías.

“Ésta es la peor crisis que hemos tenido, porque estamos hablando que las personas dicen: ‘no me voy a meter ahí’. Un cliente me dijo: ‘de Calzada del Valle me tardé 40 minutos y no encontraba estacionamiento”.

De 18 personas que formaban su plantilla laboral, seis decidieron buscar otra opción.

Frías señaló que ellos complementan su sueldo con propinas, que algunos días eran más fuertes que el mismo salario diario.

El pago de nómina, el pago a proveedores, las facturas de servicios, así como la renta del inmueble no sale de los ingresos mensuales de la operación del negocio.

Hace unos días, Frías pidió a la gente rescatar a los comercios del Centrito.

La remodelación era un clamor de la gente de la zona y dice que están conscientes que la nueva cara les ayudará, el Municipio no cumplió la promesa de minimizar las afectaciones, puntualizó.

Quieren que siga la vida en el Centrito