


“Aries” quedó huérfana luego de que su mamá no sobrevivió al parto, pero esta cabrita encontró un hogar cuando los hermanos Alejandro y Alexandro Palacios decidieron adoptarla. Así, se convirtió en la primera de cinco cabras que conforman el rebaño de estos jóvenes.
Si bien perros y gatos son los animales de compañía más populares en México, el 8 por ciento de los hogares cuenta con otro tipo de mascota, según una encuesta realizada por la Universidad del Valle de México (UVM) a 730 personas.
Las especies de granja, como cabras, cerdos y ovejas, cada vez son más queridas como mascotas no tradicionales, de acuerdo con Aldo Alberti, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.
Él llegó a contar con más de 20 cabras en su residencia de la Ciudad de México, pero sólo mantuvo a “Fabiola”, quien disfrutaba pasear a pie o a bordo de la camioneta Wagoneer para ver la urbe por la ventana, como un can.
“A los animales los adoptan. Si se enferman, sufres con ellos. Si paren, te sientes abuelo. La gente se relaciona con cualquier animal”, asegura.
Llevan alegría al hogar



Cuando eran niños, los Palacios tuvieron perros, así que cuando quisieron adoptar una mascota durante el encierro por el Covid-19 pensaron en un xoloitzcuintle, pero sus planes cambiaron tras conocer la historia de “Aries”. Viajaron a Teotihuacán, en el Estado de México, para conocerlo en un establecimiento de cría de cabras y borregos.
Con los brazos abiertos, lo recibieron y le ofrecieron leche con biberón. Se apegó tanto a ellos que lloraba a cántaros cuando no estaban juntos. Regresaron en búsqueda de compañía. Así se sumaron “Merry” y “Copito” al rebaño, que se completó con “Harrison” y “Brave”.
“Son como nuestros bebés, nuestros ‘cabrhijos’. Son alguien con quienes puedes convivir, a quienes vas a aprender a entender, querer y amar. Así es como vemos a todos los animales”, cuenta Alexandro, conocido como “CHAnticristo” en la comunidad del rap y la lucha libre, sus otras pasiones.
Contraria a la idea de que son animales agresivos o que las cabras son locas, su personalidad es cariñosa y juguetona, comparte Alejandro, conocido como “DrAgonfire Alex” en su faceta como luchador y cantante. Cuando les ponen juegos y sillas, suben y bajan porque disfrutan trepar estructuras.
Usan ropa que no interfiere con su movimiento, como chalecos y playeras. La utilizaron por el frío invernal y de las lluvias, pero ahora emiten balidos hasta que las visten.
Alberti explica que son muy susceptibles a la neumonía por las bajas temperaturas, así que las prendas sirven para evitar que se enfermen y construyen un vínculo con sus tutores.
Requieren espacios adecuados


Los animales de granja, aún si son mascotas, requieren un espacio amplio que varía según sus necesidades. Una cabra en un corral requiere unos 6 metros cuadrados, pero basta la mitad cuando salen a pasear con sus tutores, indica Alberti, profesor de la asignatura de Medicina y Zootecnia Caprina de la UNAM.
Las cabras de los Palacios cuentan con un patio y un jardín que suman más de los 15 metros cuadrados recomendados para los cinco ejemplares, puesto que pasean en parejas o solos todos los días en un parque de Coyoacán.
Antes de que reabriera CU, también caminaban y trotaban ahí. Por eso en redes sociales se popularizaron sus fotos en las instalaciones universitarias.
Un cerdito, por su parte, es pequeño, esbelto y adorable a corta edad, pero llega a pesar 70 kilogramos y requiere acceso a zonas al aire libre por su comportamiento natural de hurgar entre tierra y plantas, precisó Itzcóatl Maldonado, académico de la FMVZ.
Las ovejas suelen vivir en campos abiertos puesto que su lana les brinda protección, pero a veces aprovechan arbustos y árboles para resguardarse, por lo que si no los tienen, es aconsejable colocar objetos como láminas de maderas para suplirlos, apunta el Grupo LoVet.
Algunas especies parecen similares, como las cabras y las ovejas, pero su comportamiento es distinto: las primeras suelen pararse sobre sus patas traseras para comer y son trepadoras, así que pueden devorar árboles frutales, mientras que las segundas prefieren consumir pasto a nivel del suelo, detalla Alberti. Ambas comparten la aversión por mojarse con agua, mientras que los cerdos sí gustan del lodo de ambientes húmedos.
¿Y su comportamiento?
- Las cabras responden rápido a su nombre, afirman los Palacios. Se apegan mucho a sus tutores, a quienes siguen a todas partes, pero pueden aprender ordenes como “alto” o “detente”, útiles cuando salen a pasear.
- Los cerdos no gustan por completo del contacto con personas, gritan e incluso muerden. Su naturaleza es de rascar, arrancar plantas y remover tierra con la trompa.
- En general, los especialistas recomiendan a las hembras de estas especies porque son menos temperamentales que los machos.
Comen... ¡de todo!

Mientras vivía con “Fabiola”, Alberti se olvidó de algunos residuos inorgánicos: cáscaras de plátano, mango, naranja, piña y pepino son un manjar para las cabras, así como los restos de pan y tortilla, que enrollan para comerla. Las ovejas y las vacas, por otro lado, disfrutan los alimentos ácidos, como el maíz fermentado.
No obstante, los rumiantes como estos tres animales deben basar su dieta en el forraje. El mejor para las cabras es la alfalfa achicalada o seca por su riqueza en proteínas. Suele combinarse con heno de avena por si alguna de las dos escasea, ya que un problema cotidiano es la diarrea que ocasionan los cambios drásticos de alimentación.
Un reto para los animales de granja que viven como mascotas es no engordarlos porque los alimentos disponibles en el mercado están hechos para que aumenten su peso lo más pronto posible y mandarlos a un rastro, como es el caso de los cerdos, indica Maldonado. Ellos pueden consumir las frutas y vegetales que comen sus tutores para evitar que tengan problemas articulares por el sobrepeso.
¿Y su salud?
- Cuidar a mascotas no tradicionales puede ser un gran reto, pues son poco conocidos los médicos veterinarios que atienden a estos animales. Los Palacios tuvieron que documentarse en internet y consultar a capricultores y personal de farmacias veterinarias.
- Alberti aconseja acercarse a especialistas de universidades que imparten la carrera de Médico Veterinario Zootecnista (MVZ), como la UNAM, la UAM y la UVM en la Ciudad de México. Suelen estar abiertos a asesorar a tutores inexpertos en el cuidado de animales. Él, por ejemplo, es miembro del Departamento de Medicina y Zootecnia de Rumiantes, que se especializa en cabras, ovejas y vacas.
Fuentes: “Consejos y recomendaciones para criar ovejas” en Grupo LoVet, “MASCOTAS, FAMILIA Y COVID-19” en UVM y “Riesgos y problemas de un cerdo como mascota” en Gaceta UNAM.