Habitan vagabundos "campamentos urbanos"

Ante la falta de programas sociales efectivos, decenas de personas en situación de calle no ven más solución a su falta de vivienda que construir pequeños tejabanes o cuartitos en plazas públicas o debajo de puentes.
Estas personas, además de compartir la condición de calle, vicios, y que viven en pequeños espacios habilitados con basura comparten algo por demás curioso, todos viven debajo de cámaras de monitoreo del C4 de Monterrey y son vigilados las 24 horas.
EL NORTE charló con algunos de ellos y esto fue lo que contaron.

Puente RuBe

María tiene 41 años, es adicta al alcohol y la piedra, vive en lo que considera su castillo.

Tiene un tobogán y comparte dormitorio con Ana, una joven de 21 años que es extranjera, no hablan mucho.

Sólo tiene tres vecinos que no se meten con ellas.

Dice vivir bien.

“Tengo hasta un tobogán y columpios en mi casa”, presume.

A unos siete metros de su campamento, vive un hombre que se llama Juan, no habla con nadie y solo llega en la noche a dormir.

“Ese siempre llega con cena y se compra sus cervecitas, no comparte”, reclama María sobre su vecino.

El ingreso a la Avenida Ruiz Cortínez, a un lado del puente RuBe, se convirtió en una pequeña colonia de vagabundos que no vio más opción que construir sus propias viviendas con basura.

Otro hombre eligió construir su casa bajo un árbol, no le gusta que nadie lo moleste, tiene un machete en la entrada.

Por la droga se la pasa todo el tiempo durmiendo, no quiso platicar con EL NORTE.

Pedro, Félix U. Gómez

Pedro, un hombre de 41 años y que asegura lo perdió todo por la pandemia, lleva meses habitando una pequeña “casita” ubicada sobre el camellón central de la Avenida Félix U. Gómez, justo donde comienza el puente que cruza el Canal de Santa Lucía.

Recolecta chatarra y a veces la vende o la cambia por otros artículos.

“A veces es por comida, dinero, y otras por cerveza y drogas”, comenta.

El hombre que se encontraba desnudo y en compañía de otra persona, prefirió no salir del cuartito.

Son las 12:00 horas del sábado, pero para ellos es aún muy temprano.

Puente Guadalupe

A unos metros de Constitución, bajo el puente Guadalupe un vagabundo construyó su vivienda, tiene hasta una pequeña casa para su perro.

“Siempre nos andan corriendo, pero aquí no nos dicen nada, porque los policías de Monterrey dicen que es Guadalupe y los de Guadalupe que es Monterrey”, comenta.

Lleva un par de meses en este lugar, asegura que buscará la forma de que sea legal el vivir ahí.

“Va a ver, al ratito y se arma”, dice.

El hombre se encuentra alcoholizado, a veces es amable y otras es violento.