BRINDA POR UN LEGADO

Tras el lamentable fallecimiento de Carlos Gracida, en 2014, por una caída de caballo, su primogénito, quien lleva el mismo nombre, ha hecho todo lo que está en sus manos por mantener viva la dinastía y tradición de su apellido.

Ya que éste es reconocido a nivel mundial por el talento en el polo, pero luego de la muerte de esta leyenda, Carlitos, como le dicen sus seres queridos, quiso llevar la memoria de su papá más allá, al fundar la marca de vinos Gracida.

“Mi padre había comenzado la línea junto a un amigo suyo y, cuando se fue, decidí seguir su camino y enaltecerlo, por eso me asocié con Nick Valenta, quien estudió Negocios y le dio toda la estructura a esto, la verdad, ha hecho un excelente trabajo”, dijo el joven de 31 años.

Uno de los retos más fuertes en este emprendimiento es que él no tiene mucho conocimiento sobre el tema, pues su apuesta está totalmente enfocada en el Deporte de Reyes, así que ha dejado en manos de su socio la mayoría de las labores.

“Fue complicado al principio porque para crecer una empresa a un nivel alto, como queríamos, necesitas mucho dinero y yo siempre estoy comprando caballos e invirtiendo en mi actividad principal o cosas de ese estilo, por lo que era importante delegar funciones”, expresó el jugador.

El viñedo está en La Mancha, España, y eligieron esa compañía porque es conocida en muchos países, pero no vendía en Estados Unidos, que es donde Carlos radica.

“Yo no voy muy seguido, pero Nick siempre lo visita. Tengo muy claro que si a mí me va bien en mi carrera como polista, también le irá excelente a la firma, por lo que yo trato de venderlo aquí en California y de hacer muchas relaciones públicas para introducirlo”, aseguró.

Recuerdos de familia

El máximo ejemplo a seguir del joven polista es su padre, Carlos Gracida, quien fue un jugador de renombre internacional.

Reveló que la relación entre esta bebida y los partidos es muy cercana, de hecho, nació en Inglaterra, donde muchos seguidores van a ver los juegos con sus familias, llevan botellas y tablas de charcutería para hacer un picnic y disfrutar del espectáculo.

“Es por eso que creamos el rosé, el cual es perfecto porque sólo tiene 6 por ciento de alcohol y es burbujeante, además de refrescante. Lo usamos mucho para los eventos que organizamos y se ha vuelto muy amigable entre la gente”, compartió.

“Nuestro rojo es súper suave y de excelente sabor. Cuando entró al restaurante Nobu de Texas no podían creer que el precio no era alto ya que lo consideraron de excelente calidad, y eso queremos con esto, hacerle saber a las personas que no es tan caro participar en este mundo”.

Al hablar de su familia, el polista confiesa que está consciente de todo lo que le heredaron su bisabuelo, Gabriel; su abuelo, Guillermo, y su padre en el mundo ecuestre, es por eso que siempre que hace algo que involucra su nombre, los lleva a ambos en su mente y sigue su ejemplo.

“A veces ha sido muy difícil porque me enfoco en mi carrera, pero cuando me siento un poco bajoneado y tengo momentos complicados, pienso en ellos y sus esfuerzos; eso me da un cambio de ánimo inmediato”, compartió.

De esta forma, contempla ser una buena persona, hacer las cosas bien y trabaja las bases que le dejaron. Otro integrante de su familia del que ha aprendido es su tío, Guillermo Gracida, quien vive en el mismo estado que él y es fundador de La Herradura Polo & Equestrian Center, donde el joven juega, incluso, revela que es una persona que admira y que lo ha apoyado en su camino.

“Además de crecer la marca y hacer que sea conocida entre esta industria, lo cual me ha ayudado mucho mi tío a lograr, en otoño iré a Argentina a jugar y también estoy viendo la posibilidad de participar con la Selección Mexicana, que vendrá a competir; mientras que en invierno, estaré enfocado en el US Open de Florida”.

"El objetivo con estos vinos es abrir el mundo del polo y que la gente se dé cuenta de que no es tan caro participar en él”.