“La medicina puso su atención en la psicodelia desde los años 60, fueron medicamentos investigados científicamente para el tema de la salud mental, pues causan neuroplasticidad, es decir, ayudan al cerebro a reconectarse de otras maneras”, recordó la psiquiatra Carmen Amezcua.
A falta de leyes y con el aumento del insomnio, depresión, ansiedad, estrés postraumático y desgaste laboral, consecuencias de la pandemia, la demanda de las sustancias alucinógenas creció en el mercado negro.
“Vivimos una época triste y álgida, al menos el 80 por ciento de la población sufrimos una patología psicológica, entonces, uno busca cómo paliar estos síntomas al menor costo, sin información y aceptando los riesgos”, comentó la especialista en integración psicodélica, Carmen Amezcua.
“En México hay un mercado no regulado y abierto a todo el público, en el que el cliente no sabe realmente lo que compra para consumo lúdico, no médico, pero cuando lo compara con ir al doctor durante meses, lo ve como una buena inversión”.
Se está pasando de una forma ceremonial a un protocolo médico, en el que hay un doctor certificado que va a tomar al paciente, quien está bajo un proceso alterado de conciencia. En el futuro, tres modelos coexistirán: recreativo, ancestral y médico, todos bajo el sustento científico”.
Como una solución, Carmen Amezcua es pionera de la “integración psicodélica”, proceso de acompañamiento profesional con el fin del bienestar mental del paciente que consume estas drogas.
“Antes de que lo haga, le doy información y le pido estudios médicos que aseguren que su cuerpo está preparado; una vez que la persona regresa del viaje, retomamos lo que vivió a través de un proceso psicoterapéutico de varios meses”, contó Carmen Amezcua.
Con diferentes ecosistemas en el mismo territorio, el País tienen una amplia oferta natural de psicotrópicos resguardados por diferentes etnias y también explotados por comerciantes.
“Los pueblos indígenas están sacándole provecho al turismo psicodélico, son tradiciones y saberes que heredan de generación en generación; es un negocio muy atractivo, principalmente para los extranjeros”, dijo Carmen Amezcua.
“Pero no es sustentable, pues acaban con la región, el peyote ya es una planta protegida porque está en peligro de extinción; para tener una experiencia que altere la conciencia se necesitan cerca de seis botones, cada uno con 50 años de edad”.
Tienes que ser muy cauteloso en dónde y con quién vas a tener la experiencia psicodélica, el famoso ‘set and setting’; no es lo mismo un charlatán que lucra, que un chamán con conocimientos ancestrales. Es importante conocer tu estado de salud y vulnerabilidad mental, no todos pueden vivir estas ceremonias”.
¿Sabías que...?
En México hay dos psicodélicos legales para fines médicos e investigación: Cannabis y sus derivados, y esketamina, éste último como un fármaco antidepresivo ultrarrápido aprobado por la COFEPRIS.
Carmen Amezcua recomienda...
Si estás interesado en saber sobre el origen, desarrollo, pros y contras de estas drogas, Carmen Amezcua, psiquiatra, miembro de la Asociación Mexicana de Medicina Cannabinoide, comparte su top tres de fuentes informativas:
- ‘How To Change Your Mind’. Docuserie de Netflix inspirada en la misma obra literaria de Michael Pollan.
- ‘Tu Cerebro con Psicodélicos’. Libro en el cual Genís Oña explica los procesos que provocan la psilocibina, dimetiltriptamina, LSD, MDMA y mescalina en la mente.
- ‘Fantastic Fungi’. Documental que resume en poco más de una hora todo lo referente a los hongos.
Psicodélicos más populares
Existen dos grupos de sustancias psicodélicas: Naturales y sintéticas. Éstas son algunas de las más populares en México para su uso recreativo:
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