Y los dejan esperando

Victoriana Presas de 71 años

Acude con bastón en Ruta 39
SUCURSAL MORELOS

Victoriana Presas de 71 años de edad llegó al banco de Bienestar ubicado en Morelos y Escobedo desde las 7:00 de la mañana, apoyandose en su bastón, después de bajarse de la Ruta 39 en Padre Mier, a una cuadra de la sucursal.

Al no saber que debía colocarse en la fila de personas con alguna discapacidad y al ser la primera vez que recoge el apoyo permaneció por más de 30 minutos en una larga fila que daba la vuelta al banco.

“Yo estaba a la vuelta del banco, hay mucha fila y están llegando más y más”, dijo Presas, “Me vengo en el camión en el Ruta 39 que es el que pasa por donde yo vivo en Monterrey y limites de Escobedo, me deja en Padre Mier y ya de ahí camino”.

Mientras esperaba su turno sentada en una banca bajo la lluvia, se quejó de dolores en diferentes partes del cuerpo.

“Me duele mi rodilla y mi columna”, comentó.

Alfredo Villarreal

Tiene problemas para caminar pero acude con bastón
SUCURSAL PALACIO FEDERAL

Con bastón en mano, Alfredo Villarreal acudió a las instalaciones del Palacio Federal donde hay otra sucursal de Bienestar y ahí además de batallar para cobrar su pensión también tuvo problemas para cruzar la Avenida Corregidora.

Villarreal se mostró agradecido por el apoyo pero reprochó que a los adultos solo se els informe por redes sociales y no por otros canales sobre la papelería que deben llevar.

“Para empezar yo no sabía que necesitaban copia de la credencial de elector”, explicó, “Unos tienen desde las 5 de la mañana a mi me fue bien porque vengo con bastón”.

“Ya pude cobrar, de aquí voy a cruzar la calle y no puedo para caminar bien por las rodillas, supuestamente me querían poner unas protésis de plástico”, agregó el beneficiario.

Federico Sánchez

Va en silla de ruedas en compañía de su prima

Otros adultos mayores acudieron en silla de ruedas acompañados por familiares, tal es el caso de Federico Sánchez, quien hizo fila por más de tres horas para poder cobrar su pensión.

Su prima Bertha se ofreció a llevarlo ya que desconocía el proceso y la papelería que se debe llevar.

“Sí nos tardamos como unas tres horas porque no funciona el cajero, la señora de Bienestar es medio regañona”, dijo Sánchez, “A los que vayan a venir, que se vengan temprano con sus copias porque sí hay mucha fila”.

Pidió a las autoridades federales poder agilizar los procesos para que los adultos mayores no batallen en adquirir el apoyo.

Juliana Arellano

Critica sucursales

Desde la Colonia La Campana acudió Juliana Arellano para acompañar a su papá a cobrar la pensión.

Al cuestionar al personal de Bienestar de la sucursal Morelos y Escobedo.

“La agilidad de la fila no es la correcta porque solamente hay dos personas atndiendo cuando pues hay computadoras solas que deberían estar abiertas para una mayor atención”.

“Pediría más personal para que no se haga toda la fila porque ahorita ya se calmó la lluvia pero desde que llegamos estaba lloviendo bien fuerte y pues imaginese, el apoyo que te dan te lo vas a gastar en medicinas porque te cae la lluvia”.

Socorro Figueroa

Piden más cajeros

“Nada más hay un cajero y no está funcionando”, se quejó Socorro Figueroa, quien acompañaba a su mamá de 89 años. “A mi mamá le tocaba el martes, vinimos ese día y esperamos tres horas pero no pudimos cobrar, nos tuvimos que ir. Fue más difícil porque ese día no había sillas”.

La mujer se tuvo que salirse de la fila para ir a recoger a su mamá, quien había llegado en carro desde la colonia Buenos Aires para intentar cobrar su pensión por tercer día consecutivo.

La inconformidad fue que pese a que hizo fila días antes no se les respetó el turno y tuvieron que formarse nuevamente.

Debido a que no todos los adultos iban acompañados por familiar, el proceso para ellos se complicó lo doble, al tener que salirse de la fila para ir por copias o documentos que no sabían que tenían que llevar.

Guillermina Hernández

No hay baños

Guillermina Hernández, de 67 años, criticó la falta de sanitarios en el Banco, pues la espera se volvía muy incómoda.

“Tenemos que salirnos de la fila a cada rato a buscar una tienda que nos dé chance de entrar al baño. En algunos tenemos que pagar diez pesos.”

“¿Y los que están más grandes cómo le hacen?”, agregó.

“Yo estoy incapacitada por 30 días pero tengo que venir porque no dejan que un representante de nosotros cobre.”

Algunos adultos mayores recurrieron a pagar baños públicos de comercios de comida ubicados cerca del banco de Bienestar.

Señalaron que no iban preparados con dinero para ese tipo de gasto y pidieron a las autoridades más facilidad en el proceso de cobro.

Golber Castillo

Los hacen dar vueltas de más

Golber Castillo había llegado a las 07:00 horas a la sucursal de San Nicolás, pero como el cupo ya estaba lleno, el personal le pidió trasladarse a la calle Corregidora, en Guadalupe.

Sin embargo, ahí vio que se le daba prioridad a personas que llegaban en una camioneta.

Al cuestionar a los trabajadores, se le dijo que tenía que trasladarse a la sucursal ubicada a tres cuadras de distancia.

“En San Nicolás me mandaron hasta aquí y ahora quieren que haga fila en otra parte,” dijo indignado.

Acudió acompañado de su esposa Rosalinda Sánchez, con quien se trasladó desde la Colonia Las Puentes, en San Nicolás, en Metro hasta Guadalupe.

Así ha cambiado el Gobierno Federal los métodos para cobrar

– En 2003, durante la administración del presidente Vicente Fox, se creó el programa “Atención a Adultos Mayores”, como parte del cual se estableció dar un apoyo económico a las personas mayores de 60 años que habitaran en comunidades rurales y de alta marginación.

– El apoyo era de 700 pesos mensuales, lo que actualmente equivale a mil 446 pesos; no obstante, en 2004 el programa cambió y se entregaron apoyos alimentarios de 2 mil 100 pesos anuales, lo que hoy en día equivale a 345 pesos al mes.

– En 2007, durante el mandato de Felipe Calderón se mantuvo la entrega de apoyos a través del “Programa de Atención a los Adultos Mayores de 70 años y más en zonas rurales”.

– Además del nombre, que se quedó en “70 y más”, la cobertura también cambió y se amplió, de localidades con 2 mil 500 habitantes a poblaciones con 30 mil. En 2009 se autorizó que familiares de los beneficiarios recibieran el apoyo en caso de muerte del adulto mayor.

– Una limitante de este programa era que los adultos jubilados o pensionados no podían inscribirse a “70 y más”. Los que sí entraron al programa recibían 500 pesos mensuales, entregados en efectivo y de forma bimestral, cifra que en la actualidad ronda los 700 a 877 pesos al mes.

– Con la llegada de Enrique Peña Nieto al poder, el programa tuvo diferentes cambios, se le nombró “Pensión para Adultos Mayores” y entregaba a personas de 65 años en adelante, 580 pesos mensuales en una tarjeta electrónica, lo que en la actualidad serían 648 a 716 pesos al mes.

– En 2019, cuando comenzó la presidencia de López Obrador, el programa cambió de nombre por “Pensión para el bienestar de las personas adultas mayores” y se eliminó la restricción que impedía a pensionados y jubilados incorporarse a dicho beneficio.

– El apoyo sería para adultos mayores de 68 años, excepto los que tuvieran origen indígena, en esos casos sería a partir de los 65 años. El monto tuvo un incremento respecto a lo que recibían las personas en el sexenio de Peña Nieto, al ubicarse en mil 275 pesos mensuales, mismos que se entregan mediante una tarjeta bancaria.

– En los últimos tres años el monto de la pensión se ha incrementado y hace unos días, AMLO adelantó que la edad para recibir el apoyo ya no será a partir de los 68 años, sino de los 65 en adelante.