La popularidad del personaje fue brutal, al grado de que Walt buscó mejorar no sólo la calidad de su animación sino también de su sonido, contratando al compositor Carl Stalling, para trabajar en la música de su siguiente corto: The Skelleton Dance, que contó también con la labor de varios artistas locales, muchos de los cuales se mantuvieron por años en la empresa y fueron conocidos como Los Nueve Viejos.
Fue en ese clip en que hicieron sus apariciones otros personajes queridos de la franquicia: el Pato Donald, Pluto y Goofy. Pero las cosas… no salieron totalmente como Walt quería, ya que en ese entonces tuvo varios conflictos con Pat por cuestiones económicas que hicieron que Ub decidiera apartarse de la compañía y crear su propio estudio de animación, lo que también orilló a Carl a abandonar el barco.
Walt decidió, tras sufrir una crisis nerviosa, apartarse de todo por un tiempo y tomar unas vacaciones con su familia, tras lo cual encontró una nueva distribuidora para Mickey: Columbia Pictures, con la que le fue mucho mejor, al grado de permitirse nuevas formas de crear animación a color que incluso patentó tiempo después.
De sus creaciones más popluares, en ese momento, saltan los segmentos a color de su serie Silly Symphony y el corto Árboles y Flores, que ganó un Óscar.