“Es una selección onírica, optimista, llena de júbilo y fantasía”, así describe la diseñadora Victoire de Castellane las 76 piezas inspiradas en los amados jardines de Monsieur Dior, reunidas bajo el nombre Milly Dentelle.

Realizadas con materiales exquisitos como encaje de oro, diminutas perlas, gemas vibrantes y técnicas minuciosas, cada una de estas joyas es una verdadera obra de botánica mágica, digna de estar en el joyero de una princesa.

Y es que los collares, los anillos, los broches y los aretes dialogan con la historia personal del creador de esta legendaria casa de Alta Costura y su vínculo con la naturaleza, transportando a las mujeres que los portan a verdes prados de elegancia poética.

Específicamente, la inspiración proviene del jardín de Dior en Milly-la-Forêt, evocando paisajes florales, exuberantes follajes asimétricos y atmósferas de cuento.

Las piezas recrean la delicadeza del guipur, una técnica de encaje elaborada en oro blanco, amarillo y rosa, y se combinan con perlas y pavé de diamantes, logrando efectos translúcidos y sumamente ligeros. En palabras de su creadora, son “un homenaje a la magia de lo meticuloso y a la magnificencia del reino vegetal”.

Destaca un collar de diamantes y microperlas que dibuja flores engarzadas en forma de pera y que requirió más de dos mil quinientas horas de trabajo. También sobresale otro deslumbrante collar de oro rosa, con una gran esmeralda central rodeada de flores y hojas en zafiros rosados. Y qué decir de los anillos solitarios, realzados con rubíes de Mozambique y turmalinas Paraiba.

No hay que olvidar un maravilloso choker llamado Jardinier, que luce un diamante amarillo en el centro, acompañado de árboles formados por rubíes, flores de zafiro y hojas de tsavorita sobre oro amarillo.

Una colección hermosa, delicada y sutil, como un vestido de Alta Costura salido directamente de las manos de Monsieur Dior.

Sobre la creadora

  • Victoire de Castellane nació en 1962 en París, proveniente de una noble familia con un linaje aristocrático que se remonta al siglo X.
  • Desde niña mostró su pasión por las joyas, inspirada por su abuela, quien cambiaba de piezas para cada atuendo en un solo día. A los cinco años ya desarmaba las piezas familiares para crear sus propios pendientes.
  • Más tarde, comenzó a trabajar en Chanel como responsable de la joyería de fantasía, con un enfoque juguetón y divertido.
  • En 1998, Bernard Arnault, director del grupo LVMH, la invitó a fundar la división de Alta Joyería de Dior. + Desde entonces, ha creado más de 40 colecciones de piezas que han adornado los desfiles de la casa y que se han lucido en importantes eventos como el Festival de Cannes y los Premios Óscar.

"No hay comienzos ni finales en mis piezas; todos mis diseños son asimétricos porque es algo liberador, como la vida misma".