Adriana Silvestre

La riqueza aromática y la capacidad para resaltar los sabores de los platillos hace de los vinos dulces el elemento perfecto para las cenas decembrinas.

Normalmente sus aromas y sabores son ideales para acompañar postres y quesos, así que los vinos dulces son una magnífica opción para comenzar una reunión o para terminar una cena.

De acuerdo con la sommelier Laura Santander, de Hermitage, estos no siempre se tienen que maridar, son vinos de postre, es decir, son el postre en sí mismos. Su temperatura ideal es alrededor de los ocho grados para que estén frescos, se puedan apreciar mejor y no empalaguen.

“En caso de que la idea sea maridarlos, es importante que los vinos sean más dulces que cualquier cosa que se vaya a servir, entonces van mejor con alimentos salados”, asegura Santander.

El toque francés

En la región de Sauternes, en Burdeos, Francia, se elabora el Chateau dYquem con uvas afectadas por el hongo Botrytis cinerea. Esto le da una dulzura concentrada y un complejo perfil aromático de miel, albaricoque y vainilla. Es ideal para maridar con foie gras, quesos azules y postres frutales.

Desde Hungría

El Tokaji, conocido como “vino de los reyes”, es elaborado con las uvas Hárslevelu, Sárgamuskotaly y Furmint. Esta última, emblemática en la región vinícola húngara de Tokaj. Una de las etiquetas más prestigiosas es Oremus, que destaca por su dulzura y acidez vibrante. Marida con quesos fuertes y postres, como strudels y tartas de manzana.

Néctares de invierno

En Canadá, Alemania y Austria aprovechan la congelación natural de las uvas para crear ice wines. Los azúcares y la acidez se quedan atrapadas para después dejar salir notas intensas a miel, cítricos y frutas tropicales. Un ejemplo es el Inniskillin, ideal para acompañar postres ligeros como tartas de limón o queso, y por supuesto, platos salados.

De la península ibérica

La uva Moscatel es originaria de regiones como Málaga, Jerez y Setúbal, en España y Portugal. Con ella se elaboran vinos dulces perfectos para maridar con platillos que incluyan quesos y frutos secos. Su dulzura natural y su carácter aromático le dan un toque mediterráneo y cálido a la cena.

Los mexicanos

En México también se producen excelentes vinos de postre, como Tardo, de Santo Tomás. Los vinos de este tipo nacen en Baja California y se caracterizan por sus notas de frutas tropicales, caramelo y toques florales. El maridaje ideal es con postres de chocolate, frutas frescas y quesos suaves.

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