La historia de esta bebida nacional se remonta al siglo tres a.C., cuando en Japón comenzaron a cultivar arroz y los chinos llevaron la técnica de elaboración.
Sake significa alcohol en japonés, esto incluye el vino, la cerveza y el whisky, entre otras bebidas. Pero la que es mundialmente conocida se llama nihonshu. “Nihon quiere decir nipón, y shu significa sake, alcohol, lo que literalmente se traduce como sake de Japón. Es una bebida fermentada a base de arroz, que posee un grado de alcohol promedio del 15 por ciento, y que se toma tanto frío como caliente. Los tipos de sake son muy variados: desde espumosos o afrutados, hasta secos, potentes, envejecidos, turbios y dulces”, según datos de la Asociación de Sake de España y Latinoamérica (ASEL).

Su elaboración es compleja y requiere ingredientes como arroz especial, agua pura, levadura y el hongo koji, que ayuda a descomponer el almidón en azúcares.
Uno de los procesos principales es el pulido, de acuerdo con Felipe Del Valle, experto en sake, pues este determina el grado de pureza y, por lo tanto, la calidad de la bebida. Por ejemplo, el arroz comestible tiene alrededor de 5 por ciento de pulido, mientras que el del sake es de 50 a 70 por ciento.
“El sake premium es el Junmai que tiene 70 por ciento de pureza, quiere decir solo arroz y agua. Dependiendo del tipo de agua el sake es más refinado o menos. También se consideran las prefecturas en donde se cultiva el arroz, entre ellas están Hiroshima y Okayama, de donde es el arroz más antiguo. Un sake premium considera cada elemento además de las técnicas ancestrales para tener mejor calidad”, concluye el experto.