
La historia del whisky escocés se remonta a siglos atrás, entre registros antiguos, leyendas y tradiciones. Según La Guía del Whisky de Malta, de Michael Jackson, fueron los monjes quienes llevaron a Escocia el arte de la destilación, originalmente con fines medicinales.
Con el tiempo, esta práctica se adaptó a ingredientes locales y dio origen a un estilo único. También existe una leyenda que cuenta cómo un gigante irlandés cruzó hasta Escocia cargando un barril de uisge beatha -” agua de la vida” en gaélico-, expresión que más tarde evolucionó en la palabra whisky.
Por mucho tiempo, este destilado se elaboró de manera clandestina. Según explica Jackson en su libro, esta bebida fue posible gracias a la inventiva escocesa.
“Durante cientos de años, este líquido fue obtenido en la clandestinidad, debido a la inagotable creatividad escocesa para evitar a los inspectores de impuestos ingleses, y también para el desarrollo de verdaderas obras de ingeniería que permitieran transportar el agua de manantiales, el ingrediente vital para la preparación del destilado”, resalta Jackson.
Uno de los registros oficiales más antiguos data de 1494, cuando el rey James IV ordenó enviar cebada para la producción de “aqua vitae”. Pese a ello, la industria como tal no se consolidó sino hasta casi cuatrocientos años después. En ese largo periodo se produjeron cambios importantes, tanto en la técnica como en las leyes que regulaban el alcohol en Escocia.
“En el siglo XVI, los alambiques portátiles con una capacidad de 10 galones (37,8 litros) eran muy habituales en cada granja escocesa; sin embargo, los impuestos aún eran una barrera, por lo cual estos se ubicaban en cavernas o piezas especialmente acondicionadas y escondidas para su proceso. En 1779 se prohibió tener alambiques con una capacidad mayor a 2 galones (7,5 litros), y los inspectores de impuestos tenían el poder de confiscar y redistribuir cualquier equipo que excediera ese límite”, relata el autor.

Fue hasta 1784 cuando una baja considerable en los impuestos, junto con la prohibición del comercio entre las Tierras Altas y Bajas, permitió el surgimiento de productos registrados. Ese momento, resalta La Guía, fue el punto de partida hacia una producción más organizada y estable.
En 1822, el rey George IV, durante su visita a las Tierras Altas, declaró que un whisky de contrabando llamado Glenlivet era su preferido y que debía servirse en todos los actos de la realeza. Desde entonces, la historia cambió para siempre, destaca el autor del texto.
Regiones y tipos
En cuanto a sus tipos, el experto en whisky distingue dos grandes categorías: de malta y de grano. Los primeros se producen en distintas regiones de Escocia y se clasifican según su ubicación geográfica: Tierras Bajas, Tierras Altas, Speyside y la isla de Islay. Cada zona imprime un carácter distinto, que va desde los perfiles suaves del sur hasta los más intensos de las islas.
Speyside, por ejemplo, se encuentra dentro de las Tierras Altas, pero debido a la alta concentración de destilerías y sus condiciones climáticas particulares, se considera una región diferenciada. Los whiskies de Islay son intensos y con mucha personalidad, mientras que los de las Tierras Bajas tienden a ser más suaves.
El whisky de grano, en cambio, puede elaborarse en cualquier parte del país, y su sabor suele ser más neutro. Jackson aclara que estos no están tan influenciados por la geografía, a diferencia de los de malta, cuyo perfil varía considerablemente según la destilería.

Whisky y gastronomía
El whisky escocés no está reservado solo para celebraciones o como digestivo. También puede disfrutarse al final del día o acompañado de alimentos. Por ejemplo, en Escocia es común maridarlo con salmón ahumado, con haggis -un platillo tradicional preparado con vísceras de cordero-, o con carnes como el cordero y el venado. Estas combinaciones funcionan especialmente bien con whiskies de Speyside, región donde se encuentran muchas destilerías reconocidas.
En la isla de Skye existe la costumbre de servir ostras frescas con Talisker, lo que muchos consideran una combinación espectacular. Son ejemplos que demuestran que el whisky no solo es una bebida: también forma parte de una cultura gastronómica muy viva. De esta manera, el whisky escocés mantiene una historia ligada a la perseverancia y, en la actualidad, es una de las bebidas más apreciadas por los expertos en el mundo de los destilados.
Vasos, aromas y costumbres
El especialista también menciona que no existe una única forma correcta de servir el whisky escocés. Puede tomarse en vaso de lados rectos, en copa o incluso con hielo. Algunos prefieren copas con cuello estrecho, como las de coñac, ya que permiten acercar la nariz y percibir mejor los aromas antes de probarlo. Además, existen copas diseñadas específicamente para cada tipo de whisky.
En cuanto al sabor y el aroma, el investigador subraya que no hay una explicación única. Muchas teorías han intentado descifrar qué le da al whisky escocés su carácter tan particular, pero hasta ahora ninguna ha sido aceptada como definitiva. El tipo de agua, el clima, los barriles y el proceso de fermentación son solo algunos de los elementos que influyen.
Single Malt vs. Blended
¿Sabías que un single malt proviene de una sola destilería y está hecho únicamente con cebada malteada, mientras que un blended es una combinación de whiskies de distintas casas y suele incluir otros granos como maíz o trigo?
El blend nació para lograr sabores más estables y accesibles. En cambio, los single malts suelen tener más tiempo de guarda, lo que les aporta mayor complejidad y profundidad.
Royal Salute 38 Year Old Whisky Blended Scotch

Gran bebida que simboliza elegancia y tradición. Inspirado en la histórica Piedra del Destino, este destilado madura durante 38 años en barricas de roble cuidadosamente seleccionadas. Su perfil revela notas de frutas secas, especias exóticas, toffee y un suave ahumado, con un final cálido y prolongado. Se presenta en un decantador de porcelana artesanal, adornado con detalles dorados, lo que lo convierte en un tesoro para coleccionistas y amantes del buen whisky.
Precio: $ 21,926 pesos*
Whisky Glenfiddich Grand Yozakura 29 Años
Es un whisky escocés que nace en Dufftown, en la región de Speyside. Esta edición especial destaca no solo por su edad, sino por su inesperado final: después de casi tres décadas en barricas de roble americano y europeo, fue afinado en toneles japoneses que previamente contuvieron Awamori, un licor ancestral de Okinawa. Así, la elegancia de Escocia se une con el misterio de Japón en un whisky extraordinario.
Precio: $39,500 pesos*
Whisky Macallan 25 Years Old
The Macallan 25 años es un whisky que muchos consideran una obra maestra, presente en barras de prestigio alrededor del mundo. Su elaboración es paciente y meticulosa: pasa más de dos décadas en barricas de roble procedentes de Jerez, lo que le aporta profundidad y elegancia. En cada sorbo se perciben notas maduras de frutos secos, un toque cítrico refinado y una calidez ahumada que envuelve el paladar. Es un single malt complejo, intenso y memorable, hecho para disfrutarse sin prisas.
Precio: $58,530 pesos*
Whisky Scotch Masters Ruby 40 Años
Para celebrar cuatro décadas de pasión por el whisky, Johnnie Walker presenta una joya exclusiva: Master’s Ruby Reserve. Esta edición limitada fue creada con whiskies que han reposado al menos 40 años en barricas de roble, seleccionados por un equipo de expertos mezcladores. Entre ellos se encuentran expresiones de destilerías legendarias ya cerradas, como Cambus, Pittyvaich y Port Ellen, junto con rarezas de Talisker y Cragganmore. Solo existen 398 botellas en el mundo, un homenaje líquido a la historia y excelencia de esta casa.
Precio: $404,999 pesos*

The Balvenie 50 Years Old

El Balvenie 50 Años es mucho más que un whisky; es medio siglo de paciencia y maestría encerrados en una sola botella. Destilado en una de las casas más respetadas de Escocia, este single malt maduró lentamente durante cinco décadas en barricas de roble, adquiriendo una complejidad y suavidad incomparables. Embotellado al 44.1 por ciento de volumen alcohólico, en una presentación de 70 cl, ofrece una experiencia de sorbo sereno, profundo y extraordinariamente refinado. Una joya para verdaderos conocedores.
Precio: 954,280 pesos*
*Precios estimados; pueden cambiar según la tienda.
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