El lujo visual del otoño no se mide en pulgadas, sino en cómo la imagen se funde con la arquitectura. La verdadera sofisticación reside en la capacidad de transformar un espacio en un refugio cinematográfico, ya sea en la intimidad del hogar o al aire libre, desafiando incluso al sol.

La visión sin límites no consiste en tener una pantalla, sino en poseer un lienzo que aparece y desaparece a voluntad, sirviendo a la estética del momento con una fluidez casi mágica que convierte una tarde de viernes en todo un evento.

La experiencia comienza en la sala de cine personal. Aquí, la luz es un elemento sagrado. Cuando la habitación se oscurece, un haz de pureza y potencia asombrosas pinta la pantalla.

Es el proyector Barco Heimdall, cuyo motor láser RGB proyecta una imagen 4K nativa con una gama cromática tan vasta como el Bifrost de la mitología. No se trata solo de ver una película, sino de ser iluminado por ella.

Sin embargo, hasta la luz más perfecta necesita un director de orquesta. Aquí interviene el procesador madVR Envy Extreme MK2. Este es el cerebro del sistema, la pieza que garantiza la perfección absoluta.

Su función es analizar la señal de video cuadro por cuadro y optimizarla en tiempo real. Su tecnología de Mapeo de Tono Dinámico exprime cada detalle, tanto en las sombras más profundas como en las luces más brillantes, para lograr un rango y un realismo que el proyector, por sí solo, no podría alcanzar.

Además, detecta el formato de cualquier película y ajusta la imagen para eliminar las barras negras al instante, ideal para los cinéfilos exquisitos que desean apreciar la visión del director, fiel a su estilo.

Pero el espectáculo también se traslada al exterior. Junto a la terraza, lo que parece una escultura minimalista de metal y cristal inicia una transformación silenciosa. En menos de dos minutos, se eleva y despliega cinco paneles para formar una pantalla monumental.

Es la televisión para exteriores C SEED N1, cuya tecnología MicroLED brilla con tal intensidad que supera la luz del astro rey. Es una proeza de ingeniería que convierte el entretenimiento al aire libre en un acto de arte cinético.

Entretenimiento élite

El entretenimiento al aire libre se redefine por completo con la espectacularidad de la televisión escultural C SEED N1, cuyo valor asciende a $4,000,398 MXN.

La inmersión total en la sala de cine se logra con la sinergia del proyector Barco Heimdall ($1,132,620 MXN) y la inteligencia del procesador madVR Envy Extreme MK2 ($301,960 MXN).