La conformación de Jalisco como Estado libre y soberano no podría entenderse sin la charrería, disciplina que ha jugado un papel social, político y económico muy importante en la Entidad.

Surgida en el campo mexicano y con orígenes que datan desde la época de la Conquista, la charrería es sinónimo de México, una actividad reconocida en el mundo.

Aunque para muchos historiadores la charrería tuvo su nacimiento en Hidalgo, Jalisco fue un sitio en el que floreció y se desarrolló.

Según investigaciones, tanto del historiador José María Muriá, como de los antropólogos Andrés Fábregas Puig y Guillermo de la Peña, miembros de El Colegio de Jalisco, la Región de Los Altos, principalmente en Lagos de Moreno, fue la cuna de la charrería, ya que desde el siglo 16 esas zonas fueron exportadoras de ganado al resto del País y la cría y su manejo implicaba el empleo del caballo, por lo que su uso originó la charrería.

“Resulta curioso que una actividad ligada esencialmente con el viaje del ganado a los centros de su consumo nazca precisamente el día que un picador español persiguiendo a un torete en campo abierto le pepenó del rabo y tirando de él a pulso derribó al cornudo”, expresó Muriá.

Héctor Medina, antropólogo e investigador de la disciplina en México y España, considera que la charrería proviene de los festejos taurinos que se realizaban en España, Portugal y diversos puntos de Latinoamérica.

“Lo que hoy conocemos como charrería es una derivación popular de los festejos taurinos a nivel Iberoamericano. No hay nada más divertido para los iberoamericanos que jugar con los toros o las vaquillas. Jugar con los bovinos ha sido un asunto muy popular y que ha persistido por cientos de años, y la charrería es una de las formas que adquieren estos entretenimientos tras su reglamentación y formalización como espectáculo, como deporte, a principios del Siglo 20, con motivo del centenario de la Independencia de México”, dijo el profesor investigador del CIESAS Occidente.

Juan Silveti, matador de toros en los 20 y jerarca de la dinastía de la Fiesta Brava.

Piedra angular

La Asociación de Charros de Jalisco, fundada en 1920, fue la primera representación charra organizada en el País, siendo Ignacio F. Sahagún uno de sus fundadores y primer presidente.

Tras el éxito social que representó esta asociación y debido a la cantidad de personas que buscaron un lugar en ella, poco a poco se formaron otros equipos charros, con el cobijo y el apoyo de los Charros de Jalisco.

Así surgieron Zapopan, Laguense de Charros, El Amigo de Sayula, Unión de San Antonio, Puerto Vallarta, Arandense, Huejuquilla, Tapatía, Colotlán, Regionales de Jalisco y Alteña, todos entre los años 20 y 30.

Fue tanta la influencia que la charrería tuvo en el País que en 1931, el entonces Presidente de México, Pascual Ortiz Rubio, designó el 14 de septiembre como el Día del Charro. Dos años después, Abelardo L. Rodríguez, entonces Mandatario, emitió un decreto en el que la charrería obtuvo la distinción como Deporte Nacional.

En diciembre de 2016, la charrería fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

“El charro distingue a México en el mundo. La sociedad sabe de la existencia del charro y se ha ganado (ese reconocimiento) a base de tesón, de estar ahí. Es el más mexicano de los deportes y está considerado como deporte nacional”, comenta Carlos Sánchez Mariscal, periodista con casi 35 años de experiencia en charrería.

En la actualidad, hay más de mil asociaciones charras en el País, además de que en Estados Unidos también se practica en diversas comunidades.

Jalisco es el Estado que tiene más asociaciones charras con 125, además de que sus equipos han logrado casi el 30 por ciento de los campeonatos nacionales que se han efectuado.

Gloria deportiva

La asociación de Charros de Jalisco es sinónimo de éxito en el aspecto deportivo, pues es el equipo que más veces ha ganado el Campeonato Nacional, con 12 títulos.

Su dinastía comenzó en 1958, cuando siendo anfitriones se coronaron en sus instalaciones, ubicadas a espaldas del Parque Agua Azul, y dieron origen al mote de “Los Bigotones”.

Un año después repitieron el título en Puebla.

Los otros campeonatos llegaron en 1961, 1968, 1972, 1976, 1977, 1978, 1983, 1985, 1989 y 2003, éste último en Lagos de Moreno.

En total, los equipos jaliscienses han ganado 28 de 77 ediciones, además de que en la modalidad de charro completo, han sido 22 los representantes de Jalisco que se han coronado; entre ellos destaca Andrés “Nito” Aceves, quien lo consiguió en ocho ocasiones.

En la Zona Metropolitana de Guadalajara hay cerca de 40 lienzos y en el Estado alrededor de 125 equipos.

“Jalisco ha estado implícitamente en casi todos los aspectos de la charrería: cultural, social, deportivo y ha jugado un papel muy importante en el desarrollo de esta actividad”, afirmó el periodista Carlos Sánchez Mariscal.

Entre políticos y artistas

El General Lázaro Cárdenas (primer sentado del centro a la izquierda).

La charrería, que surgió en el campo, ha estado ligada a la vida política y a las artes en el País.

Desde su origen, los grandes hacendados tuvieron relación con gente de negocios y que llevaba el rumbo del Estado y del País.

Personajes del mundo de la política como el ex Presidente Lázaro Cárdenas del Río, los actores y cantantes Jorge Negrete y Vicente Fernández, éste último con una asociación, así como el matador de toros Juan Silveti y la rejoneadora Conchita Cintrón, han mostrado su gusto por la charrería.

Ronald Reagan (centro) ex Presidente de Estados Unidos.

Incluso, el ex Presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan -también fue actor-, tuvo relación con los Charros de Jalisco, al efectuar eventos en una hacienda de su propiedad en California.

“El charro va más allá del hombre vestido con ese traje tan peculiar, va más allá del hombre montado en un toro o en un caballo. Es un personaje emblemático, mítico, que permite a la gente identificarse con un pasado profundo”, consideró el antropólogo Héctor Medina.

La mujer, presente

La charrería no podría entenderse sin la presencia de la mujer.

El papel de la mujer dentro de la charrería ha sido fundamental, pues desde los años 20, las damas acompañaban a los charros en sus peripecias y su presencia le daba un toque de color y belleza a esta actividad.

Desde 1989, las escaramuzas fueron incluidas en los Campeonatos Nacionales. Y ahí Jalisco también tiene una labor destacada, pues desde entonces, 7 equipos del Estado han logrado el título, siendo las Alteñitas de Guadalajara, el más exitoso, con 5 cetros.

Las últimas monarcas fueron las representantes de Rancho El Herradero, de Tlajomulco, en 2022.

Información: Moisés López.
Fotos: Cortesía México mío.
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